
129FACTORES DE RIESGO Y ENFERMEDADES SISTÉMICAS ASOCIADAS A
LA ENFERMEDAD DE PEYRONIE: UNA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
p. 129 - 140
Vol. 15 Número 2 2024
RESUMEN
ABSTRACT
Risk factors and systemic diseases associated with peyronie's disease: a
literature review
FACTORES DE RIESGO Y ENFERMEDADES SISTÉMICAS ASOCIADAS A LA
ENFERMEDAD DE PEYRONIE: UNA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
(1) Universidad Técnica de Ambato 1: Carrera de Medicina, Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Ambato, Avenida Colombia y Chile, Ambato, Ecuador.
(2) Universidad Técnica de Ambato 2: Carrera de Medicina, Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Ambato, Avenida Colombia y Chile, Ambato, Ecuador.
Autor de correspondencia:
Correo electrónico: sbonilla9232@uta.edu.ec, teléfono: +593983087074
Introducción: La enfermedad de Peyronie (PD) es un trastorno del tejido conectivo que afecta la túnica albugínea del pene, causando una
placa fibrosa que puede generar deformidades, dolor y disfunción eréctil, afectando a hombres entre 45 y 60 años. Objetivo: Realizar
una investigación sobre los factores de riesgo y las enfermedades sistémicas relacionadas con la enfermedad de Peyronie, identificando
los factores de riesgo para su desarrollo con la finalidad de mejorar la calidad de vida de los pacientes y destacar la importancia de una
detección temprana. Métodos: Revisión bibliográfica de ensayos clínicos, metaanálisis y estudios descriptivos publicados en los últimos
5 años en inglés y español. Se analizaron 131 artículos de revistas urológicas a nivel mundial como Nature, Science, JAMA y bases de
datos como PubMed, Scopus y Web of Science. Resultados: De los 51 artículos seleccionados, no se encontraron datos precisos en
Latinoamérica y Ecuador por el subdiagnóstico de esta patología. Factores de riesgo como la edad, tabaquismo, microtraumatismos
y malnutrición aumentan el estrés oxidativo. Se asocian enfermedades sistémicas, destacando las del tejido conectivo, vasculares y
endocrinas. Discusión: La predisposición genética es un factor clave que facilita que los microtraumatismos inicien fibrosis. Las
enfermedades sistémicas, especialmente del tejido conectivo y vasculares, generan hipoxia y fibrosis en la túnica albugínea. Conclusión:
La enfermedad de Peyronie afecta la salud sexual al causar curvatura y dolor en el pene. Su detección temprana permite tratamientos
efectivos, mejorando el bienestar físico y emocional de los pacientes.
Palabras claves: peyroine, riesgo, comorbilidades, tejido conectivo.
Introduction: Peyronie's disease (PD) is a connective tissue disorder that affects the tunica albuginea of the penis, causing a fibrous
plaque that can generate deformities, pain and erectile dysfunction, affecting men between 45 and 60 years of age. Objective: To conduct
research on risk factors and systemic diseases related to peyronie's disease, identifying risk factors for its development in order to
improve the quality of life of patients and highlight the importance of early detection. Methods: Bibliographic review of clinical trials,
meta-analysis and descriptive studies published in the last 5 years in English and Spanish. 131 articles from urological journals worldwide
such as Nature, Science, JAMA and databases such as PubMed, Scopus and Web of Science were analyzed. Results: Of the 51 articles
selected, no precise data were found in Latin America and Ecuador due to the underdiagnosis of this pathology. Risk factors such as age,
smoking, microtrauma and malnutrition increase oxidative stress. Systemic diseases are associated, especially connective tissue, vascular
and endocrine diseases. Discussion: Genetic predisposition is a key factor that facilitates microtrauma to initiate fibrosis. Systemic
diseases, especially connective tissue and vascular diseases, generate hypoxia and fibrosis in the tunica albuginea. Conclusion: Peyronie's
disease affects sexual health by causing curvature and pain in the penis. Its early detection allows effective treatments, improving the
physical and emotional well-being of patients.
Keywords: peyroine, risk, comorbidities, connective tissue.
Facultad de
Salud PúblicaARTÍCULO DE REVISIÓN Historial del artículo: Recibido: 18/11/2024 · Aceptado: 27/01/2025 · Publicado: 26-01-2025
https://cssn.espoch.edu.ec
iD iDSolange Aracely Bonilla Fernández ⁽¹⁾ * Iván Patricio Loaiza Merino ⁽²⁾
sbonilla9232@uta.edu.ec ip.loaiza@uta.edu.ec
DOI: https://doi.org/10.47187/cssn.Vol15.Iss2.360

130Solange Aracely Bonilla Fernández, et al.Vol. 15 Número 2 2024
La enfermedad de Peyronie (PD) es un trastorno
del tejido conectivo que afecta la túnica albugínea,
membrana que rodea los cuerpos cavernosos y el
cuerpo esponjoso del pene, con vital importancia
en la erección ya que es parte fundamental para
mantener la rigidez del miembro.¹ En la PD se
desarrolla una capa fibrosa en la túnica albugínea
que producirá diferente sintomatología como
deformidad del pene, sensación de masa, dolor y
en casos graves incluso disfunción eréctil. ²
Esta patología data desde el siglo XII, aunque no
es hasta el año 1743 cuando François Gigot de la
Peyronie realiza un comunicado aceptado por
la comunidad científica en su tratado sobre la
insuficiencia eyaculatoria, donde describe "cuentas
de rosario" de tejido cicatricial que se extienden a lo
largo de toda la parte dorsal del pene. A partir de lo
cual la enfermedad tomó el nombre de su aparente
descubridor. A esta patología se la conoce también
por su terminología histopatológica, induración
plástica de los cuerpos cavernosos, fibroesclerosis
del pene, cavernositis fibrosa, esclerosis cavernosa
o esclerosis de la albugínea cavernosa.³
La EP es frecuente entre los 45 y 60 años, sin
embargo, también afecta a varones de 30-40 años
en menor porcentaje. Un factor de riesgo importante
es que el paciente sea fumador.⁴ El diagnóstico se
basa en hallazgos clínicos, historia del paciente y
examen físico, que generalmente son suficientes
para confirmarlo. Los signos típicos son una placa
palpable en el pene, dolor durante la erección, y
deformidad y rigidez axial del pene. ⁵
No es necesario que el paciente presente síntomas
para confirmar el diagnóstico. A menudo, se
consulta erróneamente por disfunción eréctil. La
historia clínica debe incluir el inicio de los síntomas,
factores de riesgo vascular, la deformidad percibida
y la evaluación de la calidad de la erección. El
examen físico debe incluir la palpación de la placa
y la medición de la curvatura del pene con un
goniómetro.⁵
El diagnóstico se divide en dos fases: la precoz,
inflamatoria, con nódulo en el pene, dolor y
deformidad; y la tardía, donde el nódulo se vuelve
firme, la deformidad es estable, y el dolor y la
disfunción eréctil pueden desaparecer. Se debe
considerar aquellos trastornos asociados e incluso,
eventos que puedan haber causado la enfermedad,
además de evaluar el impacto psicológico en
el paciente y en su pareja por lo que el uso del
1. Introducción Cuestionario de Índice Internacional de la Función
Eréctil puede ayudar a valorar este indicador.
La clínica propia de esta patología puede
complementarse con la realización del ultrasonido
duplex, útil para medir la calcificación de la placa así
como, la fibrosis del cuerpo cavernoso, y parámetros
vasculares del pene, además de medir objetivamente
la deformidad del pene erecto. Se deben descartar
diagnósticos diferenciales como curvaturas
congénitas, otras causas de disfunción eréctil,
y condiciones graves como cáncer o linfangitis
esclerosante en pacientes con erecciones dolorosas
y curvatura dorsal del pene.⁶
Para el tratamiento es fundamental determinar
si el paciente está en la fase activa (con cambios
en la curvatura, deformidad y dolor) o en la fase
estable (sin dolor y sin progresión). En la fase activa,
se pueden usar AINEs y pentoxifilina durante tres
meses, y si no hay mejoría, se puede considerar la
inyección de colagenasa de Clostridium histolyticum.
Para pacientes con curvatura menor a 30 grados
y función eréctil satisfactoria, se recomienda la
observación, aunque se necesitan más estudios en
esta área. Los pacientes deben ser informados sobre
el riesgo de empeoramiento o nuevas placas.⁷
La terapia intralesional con colagenasa de Clostridium
histolyticum (CCH) es adecuada para curvaturas
entre 30 y 90 grados en fase estable, mientras
que deformidades mayores de 90 grados pueden
requerir cirugía. La pentoxifilina oral es una terapia
de primera línea por su efecto en la fibrosis, pero la
vitamina E no ha demostrado ser más eficaz que el
placebo. El esquema de vitamina E y colchicina ha
mostrado algunas mejoras, y el para-aminobenzoato
de potasio también redujo el tamaño de la placa,
aunque con problemas de cumplimiento. Otros
tratamientos como la carnitina y el tamoxifeno no
han demostrado beneficios claros.⁷
Las terapias intralesionales, como el verapamilo,
interferón alfa-2b y colagenasa de Clostridium
histolyticum (aprobada por la FDA), son seguras y
efectivas, con la colagenasa mostrando mejores
resultados. Las terapias tópicas, como el verapamilo
en gel, tienen resultados poco confiables, aunque
una combinación de nicardipina, superóxido
dismutasa y aceite de emú ha mostrado algunas
mejoras.⁸
Las terapias alternativas como la tracción del pene,
iontoforesis, ondas de choque y radioterapia no
han demostrado eficacia en ensayos. En cirugía, la
plicatura es el método preferido para curvaturas
menores a 60 grados y sin disfunción eréctil.

131FACTORES DE RIESGO Y ENFERMEDADES SISTÉMICAS ASOCIADAS A
LA ENFERMEDAD DE PEYRONIE: UNA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
p. 129 - 140
Vol. 15 Número 2 2024
2. Métodos
La enfermedad de Peyronie es una condición
rara, pero los síntomas asociados pueden afectar
significativamente la calidad de vida del paciente;
Para deformidades mayores, se utilizan injertos e
incisiones, y se pueden considerar prótesis de pene
inflables y remodelación manual, que han mostrado
alta satisfacción en estudios.⁸
Se considera a la PD como un agente mutilante
debido al tabú que conlleva a su adecuado
diagnóstico y tratamiento lo que afecta a la vida
social y sexual del varón con esta patología. Además
de la sintomatología fisiológica ya descrita, la
afectación psicológica promueve la disminución de
deseo, dificultades en la respuesta sexual y acrecenta
la disfunción eréctil partiendo desde el componente
mental. El tratamiento variará según el grado y
tamaño de la lesión, aunque, en la mayoría de los
casos se requieren medicamentos que modifiquen
el eje hormonal.
La presente revisión se plantea responder: "¿Cuáles
son los factores de riesgo, enfermedades sistémicas
asociadas y las estrategias terapéuticas más efectivas
para el manejo integral de la enfermedad de
Peyronie?". Los participantes considerados en los
estudios analizados son hombres diagnosticados
con EP, predominantemente entre los 45 y 60 años.
Las intervenciones incluyen análisis de factores de
riesgo intrínsecos (edad, genética, disfunción eréctil)
y extrínsecos (tabaquismo, microtraumatismos),
así como terapias farmacológicas y quirúrgicas.
Las comparaciones se establecen entre enfoques
terapéuticos convencionales y emergentes,
considerando además la eficacia de las estrategias
preventivas. Los resultados se enfocan en la
reducción de la progresión de la enfermedad, el
alivio sintomático y la mejora de la calidad de vida
física y emocional. El diseño de estudio, basado en
una revisión sistemática, permite integrar evidencia
actualizada de múltiples fuentes científicas para
ofrecer un enfoque comprensivo y aplicable a la
práctica clínica.
Esta investigación tiene como objetivo llevar a
cabo una revisión actualizada sobre los factores de
riesgo y las enfermedades sistémicas relacionadas
con la enfermedad de Peyronie, su propósito es
proporcionar recomendaciones que mejoren la
calidad de vida de los pacientes diagnosticados
con esta condición y resaltar las ventajas de una
detección temprana para prevenir el desarrollo de
síntomas persistentes.
actualmente, el tabú y el miedo que persisten
en la sociedad han llevado a que esta patología
esté subdiagnosticada. Por lo tanto, para cumplir
con el objetivo de esta revisión bibliográfica, se
llevó a cabo una búsqueda, selección y el análisis
de información relacionada con el tema, lo que
facilitará la comprensión de los aspectos teóricos
y clínicos necesarios para entender adecuadamente
el desarrollo de la enfermedad.
2.1. Diseño
Se utilizó un diseño descriptivo centrada en una
revisión de la literatura, adecuado para el análisis
profundo de aspectos teóricos y prácticos de la
enfermedad. Este diseño permitió abordar de
forma detallada y organizada los elementos más
relevantes, facilitando el cumplimiento del objetivo
general.
2.2. Estrategia de búsqueda
La revisión sistemática se llevó a cabo siguiendo
los lineamientos del método PRISMA (Elementos
Preferidos para Informes de Revisiones Sistemáticas
y Meta-Análisis), el cual establece un marco riguroso
para la recopilación y análisis de información. Este
enfoque permitió:
• Definir criterios claros de elegibilidad.
• Identificar estrategias y fuentes de búsqueda.
• Estandarizar las etapas para la recolección de
datos.
Se consultaron bases de datos reconocidas, como
PubMed, Scopus, SCielo, Elsevier, Web of Science,
Google Scholar y OvidSalud, debido a su relevancia
en la publicación de investigaciones en el área de
salud. Estas plataformas proporcionaron acceso a
literatura de alta calidad, asegurando una revisión
robusta y actualizada.
2.3. Criterios de inclusión y exclusión
Para garantizar la relevancia y calidad de los
documentos seleccionados, se establecieron los
siguientes criterios:
Criterios de inclusión:
1. Tipos de documentos: Artículos originales,
revisiones sistemáticas, meta-análisis e
informes publicados en revistas indexadas.
2. Periodo: Documentos publicados entre
noviembre de 2019 y noviembre de 2024.
3. Idiomas: Publicaciones en español e inglés.

132Solange Aracely Bonilla Fernández, et al.Vol. 15 Número 2 2024
La PD es una enfermedad del tejido conjuntivo y
una fibrosis localizada en la túnica albugínea de los
cuerpos cavernosos del pene. ¹ Esta patología se
caracteriza por la formación de una placa fibrosa
o indurada en el cuerpo cavernoso y la desviación
consecutiva del pene durante la erección, la placa
fibrosa surge de manera similar a las formaciones
fibróticas en otras localizaciones de los órganos en
respuesta, a la irritación crónica e inflamación. ⁹
Hay afecciones generales asociadas a alteración del
equilibrio de hematíes y macrófagos del proceso
reparador de heridas normales, enlentecerían
y prolongarían las fases de inflamación o
destrucción residual de músculo liso o eventual
necrosis secundaria volviéndose condicionante
de la proliferación miocito miofibroblástica o
engrosamiento cicatricial de la capa albugínea. El
mismo intervendría en el proceso de la fibroplasia
reactivo reparativa aunque quizás con un papel
predominante de las alteraciones vasculares como
dificultades ingurgitativas venosas o procesos
degenerativos primarios de las fibras elásticas
favoreciendo el proceso de la fibrosis indeseada
del pene sobre el resto del organismo.²⁸
Esta patología es muy común, aunque suele ser
infradiagnósticada. Según el consenso de la 15ª
Conferencia de la European Society for Sexual
Medicine (ESSM), y considerando las diferencias
entre regiones y países, la prevalencia de la PD
en el mundo es inferior al 10%, sin embargo, las
cifras reales podrían ser mucho mayores. Afecta
al varón de 45 a 60 años, con una prevalencia del
1 al 4%, llegando al 23% en varones > 75 años.10
Sin embargo, se presenta también en varones más
jóvenes, con incidencia del 0,3% en pacientes de
30 años y del 0,4-3,5% en varones de 40 años.11
Son diversos los mecanismos que favorecen
el desarrollo de la PD, ya que es una patología
multifactorial presenta factores de riesgo
intrínsecos como la genética, edad y niveles de
testosterona y factores extrínsecos que juegan
3. Resultados
Criterios de exclusión:
• Fuentes no indexadas o con sesgo de
publicación (enfoque exclusivo en resultados
favorables).
• Estudios con sesgos en la selección, medición
de variables o confusión.
• Cartas al editor y artículos de opinión.
2.4. Instrumentos para la selección
Para incrementar la precisión de la búsqueda, se
utilizó la búsqueda avanzada en Google Scholar
y Crossref, así como operadores booleanos que
facilitaron la combinación de términos. Los términos
utilizados fueron:
"Enfermedad de Peyronie AND factores de riesgo".
"Enfermedad de Peyronie OR enfermedades
sistémicas asociadas".
"Enfermedad de Peyronie AND (factores de riesgo
OR enfermedades sistémicas asociadas)".
Se priorizó que las palabras clave aparecieran en
el título o resumen de los artículos. Se aplicaron
herramientas de análisis de texto y minería de
datos para identificar patrones en los artículos
seleccionados.
2.5. Extracción y análisis de la información
La búsqueda inicial generó 13,062 coincidencias.
Posteriormente, se aplicaron los criterios de
inclusión y exclusión, reduciendo el número a
201 documentos relevantes. Estos se depuraron
considerando la pertinencia del título y la filiación
de los autores, seleccionándose 43 artículos para
análisis detallado. Se revisaron secciones clave,
como el resumen, resultados y conclusiones, y se
analizaron referencias bibliográficas para identificar
fuentes primarias complementarias.
El análisis cualitativo incluyó:
• Identificación de factores de riesgo asociados
a la enfermedad.
• Evaluación de las estrategias clínicas actuales
y los tratamientos emergentes.
• Comparación de resultados entre los artículos
seleccionados para sintetizar tendencias y
discrepancias.
El uso de herramientas avanzadas para la búsqueda y
el análisis permitió garantizar la relevancia y calidad
de los datos. El riesgo de sesgo de publicación y de
reporte selectivo fue evaluado aplicando estrictos
criterios de inclusión y exclusión por lo que la
elección de artículos recientes asegura que los
hallazgos reflejen el estado actual del conocimiento
sobre la enfermedad de Peyronie. La información
detallada en resultados y discusión asegura un
análisis profundo, preciso y riguroso, que facilita la
comprensión y aborda los vacíos existentes en el
conocimiento sobre esta condición.

133FACTORES DE RIESGO Y ENFERMEDADES SISTÉMICAS ASOCIADAS A
LA ENFERMEDAD DE PEYRONIE: UNA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
p. 129 - 140
Vol. 15 Número 2 2024
un papel fundamental en esta patología como el
tabaquismo, el alcoholismo, traumatismo de pene
o de la zona perineal y las enfermedades asociadas
que inician procesos fibrogénicos sistémicos. ¹²,¹³
Fisiopatológicamente la PD inicia por lesiones
en la zona distrófica del cuerpo cavernoso en
erección causando la lesión de gran número de
fibras elásticas con la consecuente formación
de hematomas debajo de la túnica albugínea
(TA) dando paso al proceso fibrogénico, esto
se evidencia a largo plazo principalmente por la
curvatura ventral del pene durante la erección y el
consecuente acortamiento penil relacionados con
impotencia sexual parcial, también denominada
disfunción eréctil secundaria.¹¹,¹²
Factores de riesgo intrínsecos
Varios estudios de los últimos 20 años han
encontrado como punto clave al factor de
crecimiento tumoral β1 (TGF β1) ya que es una
citoquina crucial, al expresarse con altos niveles
séricos causan la diferenciación de fibroblastos en
miofibroblastos y, eventualmente, esto conduce a
mecanismos apoptóticos alterados especialmente
del colágeno de tipo I y III, IV en las placas del
pene.¹⁹
Actualmente son varias las Asociaciones y
Sociedades urológicas reconocidas a nivel mundial
quienes indican que no hay factores de riesgo
específicos para el desarrollo de PD, aunque si
existen factores de riesgo generales clásicos para
su desarrollo como la edad, microtraumatismos
e incluso el tamaño del pene al coito tal como lo
describe la Comisión de Andrología de la European
Association of Urología (EAU) quienes lo sitúan
como factor premonitor de PD por la facilidad de
sufrir micro-traumas locales.⁹
Se estima que esta patología se desarrolla
bajo un componente genético vinculado con
polimorfismos de nucleótidos, alteración en el
antígeno leucocitario humano y variaciones en la
expresión de genes, más no se han predeterminado
como componentes letales. Cerca del 10% de los
pacientes con este diagnóstico también presentan
la enfermedad de Dupuytren o contractura
de la palma de la mano.¹⁴ Algunos estudios
han investigado anomalías cromosómicas en
fibroblastos de la PD. Se encontraron adiciones de
cromosomas (trisomía 7 y 8), pérdidas de partes
del cromosoma Y (45X,-Y), y translocaciones
e inversiones cromosómicas. Estas anomalías
afectan la organización de la matriz extracelular y
la expresión de citoquinas, factores de crecimiento
y moléculas de señalización durante la curación
anormal en los tejidos de la PD.²²La relación de
la edad con la PD no es muy clara y difiere de su
etiología, en las curvaturas congénitas se evidencia
su pico máximo entre los 20 - 30 años, mientras que
en la PD secundaria el pico de edad de presentación
es a los 45-70 años. ¹⁰, ¹²
La disfunción eréctil es considerada como un
factor de riesgo independiente para el desarrollo
de PD ya que el pene no logra la rigidez adecuada
en el momento de la erección lo que lo hace más
susceptible a sufrir traumatismos durante las
relaciones sexuales.¹⁵
El hipogonadismo, dado por la disminución de
testosterona por las células de Leydig, se presenta
generalmente en hombres adultos mayores y son
un factor de riesgo para el desarrollo de obesidad,
síndrome metabólico, diabetes mellitus tipo 2 y
enfermedad de Peyronie con grave disfunción
eréctil. Se ha descubierto que la deficiencia de
TD causa cambios en la Túnica Albugínea (TA) y
afecta las anomalías del metabolismo del colágeno
asociadas con la PD.¹⁶ En las células de cáncer de
próstata, el receptor de andrógenos (AR) se activa
con testosterona y puede reducir la señalización
de TGF-β al bajar los niveles del receptor TGF-βRII.
Se cree que al disminuir la testosterona en sangre,
se reduce la activación de AR, lo que aumenta la
expresión de TGF-βRII y activa la señalización de
TGF-β, relacionada con el desarrollo de la EP.¹⁷ En
estudios realizados en Europa y Estados Unidos el
26% de pacientes con hipogonadismo se quejaron
de una placa palpable o de una curvatura del pene.
Las dosis flexibles de agentes de testosterona han
demostrado una mejora del 57% en la deformidad
de la curvatura peneal, así como en la función
eréctil, en pacientes con PD, con una reducción
significativa del dolor y la dureza de la placa
después de 2 años de tratamiento de reemplazo
hormonal (TRH) basada en testosterona para
prevenir y tratar el síndrome de deficiencia de
testosterona, particularmente a partir de los 50
años, cuando el deterioro progresivo relacionado
con la edad se vuelve clínicamente significativo.¹⁸,²⁰
Factores de riesgo extrínsecos
Los factores de riesgo extrínsecos tienen efectos
adversos en el cuerpo provenientes de fuentes
externas, como contaminantes químicos y físicos
que se encuentran en los alimentos, o en el medio
ambiente. El tabaquismo, el consumo de alcohol
y los traumatismos perineales y peneanos son
posibles factores de riesgo extrínsecos asociados
con la PD. ²³

134Solange Aracely Bonilla Fernández, et al.Vol. 15 Número 2 2024
La prevalencia de la PD aumenta con el número
de cigarrillos fumados al día, así como con la
duración del hábito, observándose mayor número
de casos en personas que han fumado durante más
de cinco años.²³ La fibrosis inducida por el humo
del cigarrillo en líneas celulares de riñón humano
estaba relacionada con la inhibición de la vía ROS
y la inducción de la expresión de los factores
profibróticos CTGF y PAI-1 confirmando que el
humo del cigarrillo induce la transición epitelial a
mesenquimatosa en el cáncer de pulmón de células
no pequeñas a través de la regulación negativa
de la E-cadherina mediada por HDAC, un factor
pronóstico del cáncer de pulmón en fumadores.⁹,²¹
Se ha propuesto como otro factor de riesgo el
uso de algunos medicamentos, como tamoxifeno,
fármaco utilizado en el tratamiento del cáncer de
mama y ciertos betabloqueantes que también
podrían aumentar el riesgo de PD, aunque se
necesitan más investigaciones.¹⁶
Los microtraumatismos al ser golpes directos
sobre los cuerpos cavernosos del pene, son
importantes factores para el desarrollo de PD,
sean producidos por actividades deportivas o
sexuales.¹³ Epidemiológicamente son hasta tres
veces más frecuentes en los adultos jóvenes. El
microtraumatismo angular reiterativo del pene,
que ocurre durante las entradas coitales podría
ser uno de los principales causantes de esta
enfermedad, cumpliendo con el papel de segundo
golpe y desarrollando la placa fibrosa en aquellas
zonas ya predispuestas por microtraumatismos
previos, además del propio tratamiento de las
enfermedades sexuales y de descarga uretral con
fármacos locales cáusticos que son considerados
también como factores de riesgo adicional. ⁹
La salud mental posee gran influencia sobre el
organismo humano, por lo que se postula que el
estrés, la ansiedad y la depresión pueden influir en
el desarrollo y empeoramiento de la PD, aunque
se requieren más estudios para confirmar esta
asociación. ¹⁷,²²
Diversos estudios han demostrado que la incidencia
de complicaciones sexuales y el aumento de la
gravedad de enfermedades metabólicas es superior
en este tipo de pacientes.¹⁸
Como lo detalla la fisiopatología de la enfermedad
la inflamación crónica se encuentra permanente en
pacientes con diagnóstico de PD.¹⁹ Se ha observado
mayor prevalencia en pacientes con enfermedades
autoinmunes como la enfermedad de Crohn y la
artritis reumatoide.²³ Se la ha relacionado con
enfermedades como la contractura de Dupuytren
y la enfermedad de Ledderhose, que también
implican fibrosis del tejido conectivo.²¹
Los trastornos cardiovasculares son patologías que
se presentan en más del 30% de casos. Existe una
estrecha relación entre los fenómenos vasculares
y la acumulación de células musculares lisas
asociadas a las placas fibrosas tradicionales lo que
a su vez promueve la estructura de la placa fibrosa
en la túnica albugínea.⁹ Se ha aislado pacientes
que presentan factores de riesgo típicos de las
enfermedades cardiovasculares como dislipidemia,
tabaquismo, diabetes mellitus e hipertensión
arterial, los que finalmente incorporaron el
concepto de "síndrome de placa vulnerable" y que
se ha convertido en la teoría más aceptada sobre la
relación de las patologías vasculares y la PD, se basa
en los mecanismos de proliferación de colágeno y
el desarrollo de una red capilar inadecuada lo que
inicia los mecanismos anómalos en la erección en
la PD. ¹⁰
Enfermedades Sistémicas Asociadas:
Existen varias enfermedades y condiciones
patológicas que frecuentemente se asocian con la
PD ya que comparten mecanismos de desarrollo
como la inflamación crónica, el estrés oxidativo, y
la disfunción en la curación de heridas que tienen
como característica principal el lesionar o mantener
lesionadas las células promoviendo la fibrosis y
formación de tejido cicatricial tanto en el pene
como en otros tejidos del cuerpo, lo que explica
la mayor frecuencia de ciertas enfermedades en
estos pacientes.²³
La respuesta inmune anormal del organismo podría
contribuir a la formación de placas fibrosas a nivel
sistémico por lo que enfermedades autoinmunes
como la enfermedad de Crohn, la artritis
reumatoide, la psoriasis, la espondilitis anquilosante
y enfermedades fibrosas del aparato urinario son
bastante frecuentes en los pacientes que han sido
diagnosticados con PD. El mecanismo de curación
después de una lesión tisular radica en los factores
de coagulación y la activación plaquetaria.²³ Los
neutrófilos y macrófagos son reclutados en el sitio
lesionado y actúan para defensa y remodelación
de los tejidos, fagocitando patógenos y reclutando
fibroblastos, que posteriormente actuarán como
almacenaje y depósito de colágeno y otras
proteínas de la matriz extracelular (MEC) que
interactúa con las células dentro de la lesión y
participan en la contracción de la herida. Por otro
lado, los linfocitos T actúan en el aumento de la
resistencia de las heridas al promover el depósito

135FACTORES DE RIESGO Y ENFERMEDADES SISTÉMICAS ASOCIADAS A
LA ENFERMEDAD DE PEYRONIE: UNA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
p. 129 - 140
Vol. 15 Número 2 2024
de colágeno y producir factores de crecimiento. En
ratones, los linfocitos B aparecen 5 días después de
una lesión y producen interleucina 6 (IL-6), lo que
inicia la fibrosis, aunque su papel en la curación de
heridas humanas aún se encuentra en estudio.²⁴
Existe una asociación entre la PD y enfermedades
como la contractura de Dupuytren y la enfermedad
de Ledderhose, las cuales también implican
fibrosis del tejido conectivo, aunque se sugiere
que mecanismos similares de alteración del tejido
conectivo podrían estar involucrados en ambas
condiciones.¹
Algunos estudios sugieren una posible asociación
entre la EP y enfermedades cardiovasculares como
la hipertensión arterial, la dislipemia y la diabetes
mellitus. Se cree que estos factores de riesgo
podrían influir en la microvascularización peneana
y el desarrollo de fibrosis.²⁵
Un porcentaje importante de pacientes que
padecen PD tienen antecedentes o riesgo asociado
de desarrollar enfermedades vasculogénicas
como diabetes, hiperlipidemia e hipertensión,
apoyando el concepto de PD como síntoma de
una enfermedad vasculogénica sistémica porque
la placa sería una visceromegalia o área de daño
tisular causada por los mismos factores que afectan
a otros vasos, incluidas las arterias coronarias.
Aunque la PD tiene un inicio típicamente entre la
3ª y 4ª década de la vida, la asociación con factores
de riesgo cardiovascular y la posibilidad de sufrir PD
como consecuencia de enfermedades vasculares
apoya la afirmación de la PD como síntoma de
empeoramiento de la disfunción endotelial. en una
vasculatura sistémica debido al envejecimiento y
los factores de riesgo asociados.²⁵
Se ha observado una asociación entre la PD y
enfermedades neurológicas como la esclerosis
múltiple y la enfermedad de Parkinson. Se sugiere
que la disfunción neurológica podría afectar la
inervación del pene y contribuir a la formación de
placas fibrosas.²⁶
Las enfermedades del tejido conectivo representan
hasta el 50% de casos asociados a enfermedades
sistémicas. Se ha determinado que esta patología
está relacionada con otras comorbilidades en
más del 50% y que alrededor del 30% de estos
pacientes tienen al menos otra enfermedad del
tejido conectivo.⁹ Entre el 40 y 43% de los casos
desarrolla alguna enfermedad digestiva que
compromete el intestino delgado y que está
asociada a una enfermedad del tejido conectivo;
un 10-18% con compromiso gástrico asociado a
una condición reumatológica y entre un 30-33%
con compromiso duodenal también relacionado a
enfermedad reumatológica.¹⁰ Además, cerca del
30% de portadores del virus de Papiloma Humano
(HPV), son susceptibles a sufrir EP.⁹ Inicialmente el
origen de esta patología estuvo ligado al gen del
tipo de colágeno I, que a su vez ocupará un lugar
en la cadena de producción con colágeno I, II, III y V.
Según el estudio de Ralph D. et al, la EP hereditaria
coincide en el 15% de los casos, la mayoría de ellos
se han localizado en el gen anómalo del cromosoma
1, después se descubrió que existía una relación
alterada entre el colágeno I y III o I y V.⁹,¹² Se
considera a la EP como una enfermedad metabólica
ya que la mayoría de servicios de urología de Reino
Unido han detectado que el 60% de los enfermos
de EP sufren además de obesidad tipo III.¹⁸
La Diabetes Mellitus (DM), se ha convertido en
una patología de gran importancia ya que hasta
en un tercio de los casos de PD existe asociación
con diabetes, por lo general del tipo II; la diabetes
se desarrolla varios años antes de los primeros
síntomas de la enfermedad.²⁷ La DM al ser una
enfermedad sistémica crónica metabólica está
asociada con una serie de complicaciones orgánicas,
ya que las hiperglicemias crónicas pueden producir
disfunción endotelial, generación de especies
reactivas de oxígeno por parte de las mitocondrias,
aumento de la actividad de los mediadores
por lípidos y activación de potentes citocinas
proinflamatorias, contribuyendo a la formación de
placas de ateroma que a su vez ocasionan estenosis
a nivel de las arterias cavernosas y la arteria
pudenda, por lo que pacientes con diabetes tipo
I o II presentan un riesgo dos a tres veces mayor
a padecer PD con respecto a pacientes que no
presentan DM.⁹,²⁷
El síndrome metabólico se relaciona con la PD,
aunque gran parte de los factores de riesgo del
síndrome son independientes y se deben a la
combinación de DM, hipercolesterolemia HDL
<38mg/dL, hipertrigliceridemia, HTA y Obesidad
abdominal.²⁵,²⁷
La enfermedad de Peyronie provoca la formación
de placas fibrosas en el pene y resulta en curvatura
y dolor del miembro, en la actualidad sigue siendo
objeto de investigación intensiva para comprender
mejor sus factores de riesgo y asociaciones con
enfermedades sistémicas.
4. Discusión

136Solange Aracely Bonilla Fernández, et al.Vol. 15 Número 2 2024
La evidencia actual indica que tanto los traumas
peneanos mayores como los microtraumas
repetitivos son factores de riesgo importantes para
la enfermedad de Peyronie. La prevención de estos
traumas, la educación sobre prácticas sexuales
seguras y el manejo adecuado de las lesiones
penianas son estrategias esenciales para reducir
la prevalencia de esta enfermedad debilitante.
Factores desencadenantes
En un estudio encontraron una alta prevalencia
de placas penianas en hombres con disfunción
eréctil, deformidad del pene y antecedentes de
traumatismo peniano, lo que sugiere una relación
significativa entre estos factores y la enfermedad.¹³
Por otro lado, Devine et al. (1997) propusieron
que las lesiones microvasculares repetidas son la
causa principal de la enfermedad, ya que conducen
a la acumulación de fibrina en el tejido afectado,
impidiendo la reparación normal.³⁰ En un enfoque
experimental, Jiang et al. (2018) desarrollaron
un modelo animal basado en lesiones inducidas
por colagenasa, demostrando que la fibrosis
resultante es clave para entender los mecanismos
fisiopatológicos de la enfermedad, proporcionando
una vía para su estudio detallado.³¹
Edad
Cilio et al. (2023) señalaron que la edad y la
curvatura del pene afectan significativamente los
síntomas físicos y psicológicos de los pacientes,
según el cuestionario de Peyronie (PDQ), mientras
que el análisis de Segundo y Glina (2020) mostró
una mayor prevalencia de la enfermedad en
hombres mayores de 50 años, con el grupo de 41
a 50 años siendo el más afectado.13,28 Estos estudios
refuerzan la relación entre la edad, la fibrosis y la
progresión de la enfermedad, proporcionando una
visión amplia de los factores que influyen en su
desarrollo y gravedad.
Factores genéticos
La predisposición genética a la enfermedad de
Peyronie ha sido un área clave de investigación
en los últimos años. Herati y Pastuszak (2016)
revisaron anomalías cromosómicas y polimorfismos
relacionados con diatesis fibrótica, destacando que
tanto los factores genéticos como los epigenéticos
pueden influir en la susceptibilidad a la fibrosis
en Peyronie y Dupuytren. Dolmans et al. (2012)
identificaron el locus WNT2 como un factor de
susceptibilidad genética compartida entre ambas
enfermedades.34,35
Hauck et al. (2004) señalaron que los pacientes
con Peyronie presentaban niveles bajos de
α1-antitripsina, lo que sugiere una posible variación
genética en este gen. 36 Patel et al. (2020) indicaron
que los estudios genéticos recientes han vinculado
el gen SIM1 y los polimorfismos de un solo
nucleótido con la disfunción eréctil, una condición
comúnmente asociada a Peyronie.33 Finalmente,
Paulis et al. (2022) observaron que la enfermedad
de Peyronie tiene una predisposición genética de
tipo autosómico dominante, vinculada al estrés
oxidativo, lo que resalta la importancia de enfoques
terapéuticos basados en antioxidantes. Estas
investigaciones subrayan la naturaleza hereditaria
de la enfermedad y la interacción entre factores
genéticos y ambientales.37
Tabaquismo
La discusión sobre el tabaquismo como factor
de riesgo en la enfermedad de Peyronie revela
su impacto significativo. Gelbard y Rosenbloom
(2020) mencionan el tabaquismo, junto con el
trauma peneano, la obesidad y la hipertensión,
como factores contribuyentes. 32 Segundo y Glina
(2020) encontraron que el 64,17% de los pacientes
con Peyronie eran fumadores.13 Subrayando su
fuerte asociación con la enfermedad.13 Bjekic et al.
(2006) respaldaron esta relación, señalando que el
tabaquismo y el alcohol influyen en su desarrollo,
además de otros factores vasculares. 38
La Pera et al. (2001) identificaron una correlación
significativa entre el tabaquismo y la enfermedad,
con un odds ratio de 4,6 y hasta 7,2 cuando se
consideraba de manera aislada. También observaron
una relación con enfermedades cardiovasculares,
diabetes e hipertensión.39 El-Sakka (2006) añadió
que la prevalencia de Peyronie aumenta con
la edad, la obesidad y el tabaquismo, y que la
duración y cantidad de cigarrillos consumidos influye
directamente.40 En conjunto, estos estudios destacan
el papel crítico del tabaquismo en la aparición y
progresión de la enfermedad.
Deficiencias nutricionales
La discusión sobre las deficiencias nutricionales
en la enfermedad de Peyronie revela conexiones
importantes entre el estrés oxidativo y los niveles
de ciertos nutrientes. Paulis et al. (2022) subrayaron
el papel del estrés oxidativo como un factor
clave en los procesos inflamatorios relacionados
con Peyronie, destacando la posible influencia
de las deficiencias antioxidantes. 41 Canat et al.
(2019) señalaron que los hombres con Peyronie
presentaron niveles elevados de vitamina D en el

137FACTORES DE RIESGO Y ENFERMEDADES SISTÉMICAS ASOCIADAS A
LA ENFERMEDAD DE PEYRONIE: UNA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
p. 129 - 140
Vol. 15 Número 2 2024
suero, sugiriendo que esto podría ser un nuevo
factor de riesgo.42
Por otro lado, Gunes et al. (2018) encontraron
que los pacientes con Peyronie mostraban niveles
significativamente más bajos de elementos traza
como manganeso, cobre, zinc y hierro, lo que
indica que las deficiencias de estos minerales
podrían influir en el desarrollo de la enfermedad.
Estos estudios destacan la importancia de evaluar
tanto el estrés oxidativo como los desequilibrios
nutricionales en el manejo y tratamiento de la
enfermedad de Peyronie.43
Diabetes
La relación entre la diabetes y la enfermedad
de Peyronie es destacada en varios estudios. La
Pera et al. (2001) encontraron una asociación
significativa entre Peyronie y la diabetes, junto con
otras condiciones como tabaquismo, hipertensión
y enfermedades cardiovasculares.39 Se señala
también que la diabetes es un factor de riesgo clave
para la enfermedad de Peyronie, además de otros
factores como el trauma peneano, la obesidad y
el tabaquismo.36
Segundo y Glina (2020) confirmaron esta correlación,
mostrando que el 43,02% de los pacientes con
Peyronie tenían diabetes.13 En conjunto, estos
estudios sugieren que la diabetes juega un
papel importante en el desarrollo y progresión
de la enfermedad, posiblemente a través de su
contribución a la fibrosis y la disfunción vascular.
Cardiovascular
La relación entre la enfermedad de Peyronie y los
problemas cardiovasculares se destaca en varios
estudios. Gelbard y Rosenbloom (2020) mencionan
que la hipertensión es uno de los factores de
riesgo clave asociados con Peyronie, junto con
el tabaquismo, la obesidad y el trauma peneano.
La Pera et al. (2001) también encontraron una
asociación significativa entre la enfermedad de
Peyronie y las enfermedades cardiovasculares,
además de otros factores como la diabetes y la
hipertensión.29,39
Estos estudios sugieren que las condiciones
cardiovasculares juegan un papel importante en
la aparición y progresión de la enfermedad de
Peyronie, probablemente debido a su impacto en
la salud vascular y el desarrollo de fibrosis.
El estudio aporta nuevos conocimientos al
sintetizar información reciente sobre los factores
de riesgo y enfermedades sistémicas asociadas a la
enfermedad de Peyronie, destacando la interacción
multifactorial entre predisposición genética,
desequilibrios hormonales y factores externos
como microtraumatismos y tabaquismo. Además,
identifica la importancia de una detección temprana
y su impacto en la prevención de complicaciones.
Las implicaciones de estos resultados refuerzan la
necesidad de optimizar estrategias diagnósticas
y terapéuticas, especialmente en poblaciones
subrepresentadas, promoviendo un enfoque
integral que mejore la calidad de vida y reduzca la
progresión de esta condición.
La enfermedad de Peyronie es una afección
caracterizada por la formación de placas fibrosas en
el tejido del pene, provocando principalmente una
curvatura, dolor y dificultades en la función sexual.
Es el resultado de una compleja interacción del
factores de riesgo, tanto físicos como psicológicos,
entre los más relevantes se encuentran la edad,
microtraumatismos coitales, antecedentes
familiares de la enfermedad y ciertas condiciones
médicas como diabetes, hipertensión y dislipidemia.
Además, existen múltiples enfermedades sistémicas
que se han desarrollado con raíz en esta patología,
como los trastornos metabólicos que pueden
influir en la progresión y gravedad de la misma. La
detección temprana de la enfermedad de Peyronie,
como el dolor durante la erección del pene, ofrece
múltiples beneficios tanto para la salud física como
emocional del paciente, el identificar la condición
en sus primeras etapas permite implementar
tratamientos más efectivos que pueden disminuir
la progresión de la enfermedad y minimizar los
síntomas, mejorando la calidad de vida sexual del
individuo por medio de intervenciones oportunas
que facilitan el manejo de los aspectos psicológicos
asociados, como la ansiedad y la depresión,
que pueden surgir a raíz de esta condición. Al
fomentar la educación y la concientización sobre
la enfermedad, se anima a los hombres a buscar
atención médica sin temor, lo que favorece un
abordaje más proactivo y menos estigmatizante
ya que optimiza el manejo clínico de la patología
y promueve un bienestar integral ya que la salud
sexual en un eje fundamental en la sociedad.
5. Conclusiones
6. Agradecimientos
A la Universidad Técnica de Ambato por la
preparación académica para la realización de este
trabajo de investigación.

138Solange Aracely Bonilla Fernández, et al.Vol. 15 Número 2 2024
Recursos Propios.
1. Angulo LC, Garita EA, Salas JP. Enfermedad
de Peyronie. Rev.méd.sinerg. [Internet]. 2022
[citado 2024 julio 10]; 7(4):747. Disponible en:
https://revistamedicasinergia.com/index.php/
rms/article/view/747
1. Ziegelmann MJ., Bajic P., & Levine, L. A.
Peyronie's disease: Contemporary evaluation
and management. International journal of
urology : official journal of the Japanese
Urological Association. [Internet]. 2020. [citado
2024 julio 10];27(6), 504–516. Disponible en :
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32253786/
1. Babu A, Kayes O. Recent advances in managing
Peyronie’s disease. F1000 Faculty Rev.
[Internet] 2020. [citado 2024 julio 10]; 9.:381.
Disponible en : https://doi.org/10.12688/
f1000research.20557.1.
1. Sandoval-Salinas C, Martínez JM, Corredor HA,
Saffon JP, Jaramillo C, Mendoza F. Prevalencia y
asociación de factores de riesgo cardiovascular
en hombres con disfunción eréctil. Revista
colombiana de cardiologia. [Internet]. 2020.
[citado 2024 julio 10];27(6):523-8. Disponible
en: sciencedirect.com
1. Brant WO, Bella AJ, Lue TF. [Internet].
O'Leary MP, Givens J, editors. Peyronie's
disease: Diagnosis and medical management.
UpToDate;2018 [cited 2020Jul26]. Recovered
from: https://www.uptodate.com/contents/
peyroniesdisease-diagnosis-and-medical-
management
8. Limitación de Responsabilidad
9. Financiamiento
10. Referencias Bibliográficas
No existe conflict de intereses entre los autores, las
instituciones y el contenido del presente trabajo.
Declaramos que el contenido de esta investigación
es responsabilidad de los autores.
7. Conflicto de Intereses 1. Ferri FF. Peyronie Disease. In: Ferri's Clinical
Advisor 2021 E-Book: 5 Books in 1. Elsevier
Health Sciences; 2020. p. 1091.e2–1092.e5.
1. Aita G, Ros CTD, Silvinato A, Bernardo
WM.Peyronie’s disease: clinical treatment.
Rev Assoc Med Bras. [Internet]. 2019
Oct [cited 2020 Nov 30]; 65(10): 1231-
1239. Recovered from: http://www.
scielo.br/scielo.php?script=sci_ar ttex t
&pid=S0104- 42302019001001231&lng=en.
1. Teron G, Gueglio G, Silva-Garretón A, Mayer
M, Layús O, Rey-Valzacchi G. Utilización de
pentoxifilina en fase aguda de enfermedad de
La Peyronie. Revista Argentina de Urología.
2019;84(1):23–9.
1. Aszpis SM, Bechara AJ, Pragier UM. DISFUNCIÓN
ERÉCTIL. Separata. [Internet]. 2024. [citado
2024 julio 10]; Vol.32(1): 10-25. Disponible en:
montpellier.com.ar
10. Seftel AD, Yang H.Diagnosis and Management
of Peyronie’s Disease. Campbell Walsh Wein
Urology. 12th ed. Elsevier Health. [Internet].
2020. [citado 2024 julio 10];1599–626.
11. Lamelas AA, Lamelas AR, Gámez A,
González Y, Rodríguez CA, Álvarez M.
Caracterización clínica epidemiológica de los
pacientes con enfermedad de la Peyronie
infiltrados con células mononucleares.
Rev Cubana Cir. [Internet]. 2022. [citado
2024 julio 10];61(2):1-16 Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_
arttext&pid=S0034-74932022000200001
12. Acosta C, Reyes EA. Efectos clínicos y
psicológicos postmanejo intralesional con
Colagenasa Clostridium histolyticum en la
enfermedad de Peyronie. Revisión bibliográfica.
Salud, Ciencia y Tecnología. [Internet]. 2023.
[citado 2024 julio 11];1(3):419. https://doi.
org/10.56294/saludcyt2023419
13.Segundo A., Glina, S. Prevalence, Risk
Factors, and Erectile Dysfunction Associated
With Peyronie's Disease Among Men
Seeking Urological Care. Sexual medicine.
[Internet]. 2020. [citado 2024 julio 16]; 8(2),
230–236. Obtenido de: https://doi.
org/10.1016/j.esxm.2019.11.002
14. Rohrer GE, Premo H, Lentz AC, Current
Techniques for the Objective Measures of
Erectile Hardness. Sexual Medicine Reviews.

139FACTORES DE RIESGO Y ENFERMEDADES SISTÉMICAS ASOCIADAS A
LA ENFERMEDAD DE PEYRONIE: UNA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
p. 129 - 140
Vol. 15 Número 2 2024
[Internet]. 2022. [citado 2024 julio 16];
10(4): 648–659 Obtenido de: https://doi.
org/10.1016/j.sxmr.2022.05.001
15. Llagua Carrasco AI, Reyes Rosero EA.
Actualización en el tratamiento de la
enfermedad de Peyronie. Revisión Bibliográfica.
PFR [Internet]. 2023. [citado 2024 julio
16];8(1):e-263. Disponible en: https://www.
practicafamiliarrural.org/index.php/pfr/article/
view/263
16. Mitsui, Y., Yamabe, F., Hori, S., Uetani, M.,
Kobayashi, H., Nagao, K., & Nakajima, K.
Molecular Mechanisms and Risk Factors
Related to the Pathogenesis of Peyronie's
Disease. International journal of molecular
sciences. [Internet]. 2023. [citado 2024 julio
24];24(12), 101-33. Disponible en: https://doi.
org/10.3390/ijms241210133
17. Hidayatullah N, Kholis K, Asykar M, Syahrir S,
Bakri S, Faruk M. Penile fracture in a Peyronie’s
disease patient: a case report. African Journal
of Urology. [Internet]. 2020. [citado 2024 julio
24]; 26(43), 1-7 Disponible en: DOI: 10.1186/
s12301-020-00054-5
18.Carrillo-Quisnia ID, Muñoz Valdivieso SK,
Vargas Villagrán DE. Enfermedad de la
peyronie peyronie’s disease. Revista Arbitrada
Interdisciplinaria de Ciencias de la Salud. SALUD
Y VIDA. [Internet]. 2022. [citado 2024 julio
24]; 6(3): 661-70 Obtenido de: http://dx.doi.
org/10.35381/s.v.v6i3.2281
19. Moisés da Silva GV, Dávila FJ, Rosito TE
and Martins FE. Global Perspective on the
Management of Peyronie’s Disease. Front.
Reprod. Health. . [Internet]. 2022. [citado
2024 julio 24];1(4): 863844. Disponible en: doi:
10.3389/frph.2022.863844
20. Chung, E., & Yafi, F. A. Pharmacotherapy in
Peyronie’s disease: a state-of-the-art review
on established contemporary and emerging
drugs. Expert Opinion on Pharmacotherapy,
[Internet]. 2022. [citado 2024 julio 24]; 23(9),
1035–1042. Disponible en: https://doi.org/10.
1080/14656566.2022.2043274
21. Alom M, Burgon H, Ziegelmann M, Köhler
T, Helo S, Trost L. Continuing Collagenase
Clostridium Histolyticum Injections Among
Initial Nonresponders Results in Significant
Curvature Improvements in the Majority of
Peyronie’s Disease Men. The Journal of Sexual
Medicine. Internet]. 2021 [citado 2024 julio
25]; 18(6). 1092–98. Disponible en: https://
doi.org/10.1016/j.jsxm.2021.03.075
22. Gaffney CD, Kashanian JA. Peyronie
Disease. JAMA. [Internet]. 2020. [citado
2024 julio 16]; 324(24):2566. Obtenido de:
doi:10.1001/jama.2020.14819
23. Karakus S, Unal S, Dai D, Joseph C, Du Comb W,
Levy J, Hawksworth D, Burnett A. Early-onset
and uncontrolled diabetes mellitus factors
correlate with complications of Peyronie’s
disease. The Journal of Sexual Medicine.
Internet]. 2024. [citado 2024 julio 25]; 69.
Disponible en: https://doi.org/10.1093/jsxmed/
qdae069
24. Twidwell J, Mahon J, Tortorelis D, Levine L.
Transdermal application of H100 gel to the
penile shaft in patients with Peyronie’s disease
infiltrates the tunica albuginea. International
Journal of Impotence Research. [Internet].
2024. [citado 2024 julio 16]; 36(2):107-9.
Obtenido de: https://www.nature.com/articles/
s41443-023-00819-w
25. Griebling TL. The Relationship between Gait
Function and Erectile Dysfunction: Results
from a Community-Based Cross-Sectional
Study in Japan. Journal of Urology. [Internet].
2020. [citado 2024 julio 25]; 204(6): 1357-
8. Disponible en: https://doi.org/10.1097/
JU.0000000000001270.01
26. Guzzo TJ, Kovell RC, Ziemba JB, Weiss DA, Wein
AJ. Penn Clinical Manual of urology. En: Yang
H, Winnegrad Z, Obiora D, Allen D, eds. Male
Sexual Dysfunction. Philadelphia: Elsevier
2024: 760-70
27. Doersch K, Barnett M, Chase A, Johnston D,
Gabrielsen J. The contribution of the immune
system to genitourinary fibrosis. Experimental
biology and medicine (Maywood, N.J.).
[Internet]. 2022. [citado 2024 julio 29];247(9),
765–78. Disponible en: https://doi.
org/10.1177/15353702221090872
28.Cilio S, Fallara G, Capogrosso P, Candela L,
Belladelli F, Pozzi E et al. The symptomatic
burden of Peyronie's disease at presentation
according to patient age: A critical analysis of
the Peyronie's disease questionnaire (PDQ)
domains. Andrology of American Society of
andrology and European academy of andrology.
[Internet]. 2023. [citado 2024 julio 30]; 11(3);

140Solange Aracely Bonilla Fernández, et al.Vol. 15 Número 2 2024
501-07. Disponible en: https://onlinelibrary.
wiley.com/doi/full/10.1111/andr.13352
29. Russo MP, Grande-Ratti MF, Burgos MA,
Molaro AA, Bonella MB. Prevalencia de
diabetes, características epidemiológicas
y complicaciones vasculares. Archivos de
cardiología de México. [Internet]. 2023. [citado
2024 julio 30]; 93(1):30-6. scielo.org.mx
30.Devine, C.J., Jr.; Somers, K.D.; Jordan, S.G.;
Schlossberg, S.M. Proposal: Trauma as the
cause of the Peyronie’s lesion. J. Urol. 1997,
157, 285–290.
31. Jiang, H.; Gao, Q.; Che, X.; Zhu, L.; Zhang, Z.;
Chen, Y.; Dai, Y. Repeated micro-trauma of the
penile tunica albuginea: A new animal model
of Peyronie’s disease. Urol. Int. 2018, 100,
228–239.
32. Gelbard, M.K.; Rosenbloom, J. Fibroproliferative
disorders and diabetes: Understanding the
pathophysiologic relationship between
Peyronie’s disease, Dupuytren disease and
diabetes. Endocrinol. Diabetes. Metab. 2020,
4, e00195.
33. Patel, D.P.; Christensen, M.B.; Hotaling, J.M.;
Pastuszak, A.W. A review of inflammation and
fibrosis: Implications for the pathogenesis of
Peyronie’s disease. World J. Urol. 2020, 38,
253–261.
34.Herati, A.S.; Pastuszak, A.W. The genetic basis
of Peyronie disease: A review. Sex. Med. Rev.
2016, 4, 85–94.
35. Dolmans, G.H.; Werker, P.M.; de Jong, I.J.;
Nijman, R.J.; LifeLines Cohort, S.; Wijmenga, C.;
Ophoff, R.A. WNT2 locus is involved in genetic
susceptibility of Peyronie’s disease. J. Sex. Med.
2012, 9, 1430–1434.
36.Hauck, E.W.; Hauptmann, A.; Haag, S.M.;
Bohnert, A.; Weidner, W.; Bein, G.; Hackstein, H.
Alpha-1-antitrypsin levels and genetic variation
of the alpha-1-antitrypsin gene in Peyronie’s
disease. Eur. Urol. 2004, 46, 623–628
37. Paulis G, De Giorgio G, Paulis L. Role of Oxidative
Stress in Peyronie's Disease: Biochemical
Evidence and Experiences of Treatment
with Antioxidants. Int J Mol Sci. 2022 Dec
15;23(24):15969. doi: 10.3390/ijms232415969.
PMID: 36555611; PMCID: PMC9781573.
38.Bjekic, M.D.; Vlajinac, H.D.; Sipetic, S.B.;
Marinkovic, J.M. Risk factors for Peyronie’s
disease: A case-control study. BJU Int. 2006,
97, 570–574.
39. La Pera, G.; Pescatori, E.S.; Calabrese, M.;
Boffini, A.; Colombo, F.; Andriani, E.; Natali,
A.; Vaggi, L.; Catuogno, C.; Giustini, M.; et al.
Peyronie’s disease: Prevalence and association
with cigarette smoking. a multicenter
population-based study in men aged 50–69
years. Eur. Urol. 2001, 40, 525–530.
40.El-Sakka, A.I. Prevalence of Peyronie’s disease
among patients with erectile dysfunction. Eur.
Urol. 2006, 49, 564–569.
41. Paulis G, De Giorgio G, Paulis L. Role of Oxidative
Stress in Peyronie's Disease: Biochemical
Evidence and Experiences of Treatment
with Antioxidants. Int J Mol Sci. 2022 Dec
15;23(24):15969. doi: 10.3390/ijms232415969.
PMID: 36555611; PMCID: PMC9781573.
42. Canat HL, Can O, Ozbir S, et al. Is high levels
of vitamin D a new risk factor for Peyronie's
disease? Andrologia. 2019; 51:e13368.
43. Gunes M, Aslan R, Eryilmaz R, Demir H, Taken
K. Levels of serum trace elements in patients
with Peyronie. Aging Male. 2018;23(3):185–8.
doi: 10.1080/13685538.2018.1474195.