
53FACTORES SOCIO-ALIMENTARIOS DE CRECIMIENTO Y
SALUD EN ESCOLARES Y ADOLESCENTES
p. 53-62
Vol. 16 Número 1 2025
ABSTRACT
RESUMEN
Socio-Nutritional Factors in the Growth and Health of
Schoolchildren and Adolescent
FACTORES SOCIO-ALIMENTARIOS DE CRECIMIENTO Y SALUD EN
ESCOLARES Y ADOLESCENTES
(1) Grupo de Investigación en Alimentación y Nutrición Humana (GIANH). Riobamba – Ecuador.
(2) Universidad Técnica de Ambato, Facultad Ciencias de la Salud, Ambato-Ecuador.
(3) Ministerio de Salud Pública. Ambato - Ecuador
(4) Universidad Nacional de Chimborazo. Riobamba – Ecuador.
Autor de correspondencia:
Correo electrónico: nutrigoodec@gmail.com
Background: School and adolescence are periods of fundamental change on a physical, biological and emotional level, during which new
knowledge is acquired and new eating habits are formed. Objective: To analyze the relationship between socio-nutritional factors, growth,
and health in schoolchildren and adolescents. Methodology: This was an observational, qualitative, cross-sectional study that assessed
socio-nutritional factors as well as the health and nutritional status of schoolchildren and adolescents in Ambato. The data were analyzed
using descriptive and relational statistics, with the Chi-square test (p < 0.05). Results: A total of 221 patients were evaluated, the majority
being male (55%). Of these, 53% were Indigenous, and 61% were from rural areas. Additionally, 58% spent more than 2 hours per day using
technology; 62% were unaware of the components of a healthy plate, 28% lacked knowledge about handwashing, and 61% would change
the institutional diet. Most healthy food groups were not consumed according to recommendations. Moreover, 12% of the participants
were underweight, 21% were overweight or obese, and 24% had stunted growth. Discussion: A statistically significant relationship was
found between body mass index/age and cereal consumption, the presence of diarrheal and respiratory diseases, and place of residence.
Additionally, a significant association was observed between height/age and dairy consumption, technology use exceeding 2 hours per day,
and the presence of diarrheal and respiratory diseases. Conclusion: Malnutrition problems, both deficiency and excess, are significantly
associated with inadequate grain and dairy consumption, as well as the occurrence of diarrheal and respiratory diseases.
Keywords: students, malnutrition, food.
Introduction: La etapa escolar y adolescencia es una etapa de cambios fundamentales a nivel físico, biológico y emocional donde se adquieren
nuevos conocimientos y se crean nuevos hábitos alimentarios. Objetivo: Relacionar los factores socio-alimentarios de crecimiento y salud en
escolares y adolescentes. Metodología: estudio observacional, cualitativo, transversal, se evaluó los factores socio-alimentarios y el estado
se salud y nutrición de los niños escolares y adolescentes de Ambato, analizados por estadística descriptiva y de relación mediante la prueba
Chi cuadrado (p < 0,05) Resultados: Se evaluaron a 221 pacientes, la mayoría género masculino 55%, de ellos 53 % eran indígenas, 61 % del
sector rural. El 58 % ve más de 2 horas de tecnología al día; el 62 % desconoce los alimentos de un plato saludable, el 28 % desconoce del
lavado de manos y el 61 % cambiaría la alimentación institucional. La mayoría de los grupos de alimentos saludables no se consumen según
lo recomendado. El 12% presenta delgadez, el 21 % presenta sobrepeso y obesidad, el 24 % presenta baja talla. Discusión: existe relación
estadísticamente significativa entre índice de masa corporal/edad y consumo de cereales, presencia enfermedades diarreicas y respiratorias,
sector de residencia; entre talla/edad y consumo de lácteos, ve más de 2 horas al día tecnología, presencia de enfermedades diarreicas
y respiratorias. Conclusión: Los problemas de malnutrición, tanto por déficit y exceso, se relacionan significativamente con el consumo
inadecuado de cereales y lácteos; la presencia de enfermedades diarreicas y respiratorias..
Palabras claves: estudiantes, malnutrición, alimentos.
ORIGINAL
https://cssn.espoch.edu.ec
iD
iD
iD
iD
Verónica Elizabeth Guanga Lara ⁽¹⁾ *
Paula Victoria Orbea Cadena ⁽²⁾
Milena Stephania Salinas Morales ⁽²⁾
Anahi Alejandra Villalva Parra ⁽²⁾
nutrigoodec@gmail.com
porbea7412@uta.edu.ec
msalinas6379@uta.edu.ec
avillalva3845@uta.edu.ec
iD
iD
Fausto Enrique Pasochoa Miniguano ⁽³⁾
David Gonzalo Trujillo Ruiz ⁽⁴⁾
efaustinp@gmail.com
dgtrujillo.fpe@unach.edu.ec
Historial del artículo: Recibido: 29/09/2025 · Aceptado: 18/03/2025 · Publicado: 26-07-2025
DOI: https://doi.org/10.47187/cssn.Vol16.Iss1.417

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La etapa escolar y la adolescencia es un período
de muchos cambios acelerados a nivel físico,
biológico y emocional por tanto las necesidades
nutricionales se ven modificados durante este
proceso, donde se adoptan nuevos conocimientos
y toma de decisiones importantes especialmente
durante el consumo de alimentos donde deben
elegir los nutritivos (1).
Según la Encuesta de Salud y Nutrición (ENSANUT)
2018, en Ecuador el 34,5% de niños de 5 y 11 años
padecen obesidad y sobrepeso, del cual el 36,9%
pertenecen al área urbana. El retardo de talla se
encuentra en 15% donde existe mayor prevalencia
en la población indígena. En cuanto al consumo de
alimentos procesados el 88,8% consume gaseosas
y bebidas azucaradas, el 62,7% consume comida
rápida, el 71,2% de niños y adolescentes consumen
snacks y el 34% no realizan actividad física.
La modificación de hábitos y patrones alimentarios
son influenciados por factores demográficos,
laborales, socioeconómicos y estos se pueden
evidenciar mucho más cuando comparamos lo
rural con lo urbano; los hábitos alimentarios
lo adquirimos en edades tempranas y en esto
juegan un papel importante los padres, por ello
es importante que la investigación, los estudios
y las intervenciones que se realicen involucre a
todos los responsables de la tenencia, cuidado y
desarrollo de los niños y adolescentes (2).
Un estudio realizado en parroquias urbano-
marginales de la ciudad de Guayaquil donde
participaron niños y adolescentes de 5 meses
hasta los 17 años se evidenció un 20,6% de
baja talla y baja talla severa entre ambos sexos,
producto de largos períodos de privación de
nutrientes esenciales, la mayor parte evaluada
se encontraba con estado nutricional normal, de
acuerdo con el IMC/edad se encontró un 6,8% de
sobrepeso y obesidad (3). En un estudio realizado
sobre conocimientos, actitudes y prácticas
(CAP) concluyo que los adolescentes identifican
alimentos nutritivos, pero no los elijen porque
son muy costosos o no les gusta y terminan
eligiendo alimentos procesados o alimentos no
nutritivos (1).
Es importante identificar los niveles de CAP en
cuanto alimentación saludable y su influencia en
el estado nutricional, para establecer modelos,
estrategias y programas de intervención oportuna
de manera temprana y así evitar complicaciones
futuras, como por ejemplo la implementación del
1. Introducción
2. Material y Métodos
Diseño del estudio
Se realizó un estudio observacional de corte
transversal, realizado en los escolares y
adolescentes de sectores urbano y rural del
cantón Ambato - Ecuador.
Participantes
Para el presente estudio se trabajó con un muestreo
no probabilístico, por conveniencia; se seleccionó
a 221 participantes, de los cuales 100 fueron
mujeres y 121 hombres, quienes cumplieron los
criterios de inclusión: 6 a 18 años, consentimiento
informado en el que declararon que participan
libre y voluntariamente, estén debidamente
matriculados y asisten frecuentemente a clases;
y, se excluyeron del estudio aquellos participantes
que presentaban enfermedades catastróficas o
alguna discapacidad.
Procedimiento
Para la toma de características generales,
socio-alimentarias, conocimientos, actitudes
y prácticas alimentarias se elaboró una
encuesta estructurada y se aplicó mediante una
entrevista personalizada para determinar sus
hábitos alimentarios de aproximadamente 20
minutos, entre las preguntas están género; auto
identificación Étnica; sector de residencia; grupo
etario; presencia de enfermedades diarreicas
(EDA), enfermedades respiratoria (IRAS) en
el último mes; pasa más de 2 horas al día TV,
Tablet, internet; conocimiento de lavado las
manos; cambiaría la alimentación institucional;
conocimiento del plato saludable y frecuencia de
consumo de alimentos.
Reglamento Sanitario de Etiquetado de alimentos
procesados para el consumo humano mediante
acuerdo ministerial No. 00004522 del Ministerio
de Salud Pública en 2014; considerando que la
mayor parte de estudiantes adolescentes tiene un
conocimiento regular sobre alimentación saludable
y no los ponen en práctica, siendo la pregunta de
investigación si los factores socio-alimentarios de
crecimiento y salud en escolares y adolescentes
se relacionan entre sí (4).
El objetivo del presente estudio fue relacionar los
factores socio-alimentarios de crecimiento y salud
en escolares y adolescentes para contribuir con la
mejora de la situación actual de salud y nutrición.

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La evaluación del estado nutricional se realizó con
los indicadores IMC/Edad y talla/edad, para ello
primeramente se tomaron datos antropométricos
con el uso de un tallímetro de pared y una balanza
digital calibradas. Para la toma de peso a los
niños se consideró lo siguiente: deben subirse
a la balanza mirando al frente, con ropa ligera,
sin zapatos, chompas u objetos en los bolsillos.
Para tomar la talla se consideró lo siguiente:
considerando el plano de Frankfort, debe juntar los
talones, sin zapatos, gorras o accesorios de cabello.
Los datos se interpretaron con los patrones de
crecimiento la OMS, con los indicadores Talla/
edad e IMC/edad que permiten monitorear el
crecimiento de un niño en una determinada edad.
Mediante puntajes Z, se clasificaron la talla/edad
por debajo de - 2 presentan baja talla y por debajo
de -3 baja talla severa, de igual forma, el IMC/
edad mediante puntajes z mayor a 3 se considera
obesidad, entre 2 y 3 sobrepeso, de 2 a -2 normal,
menor a -2 emaciado y menor a -3 severamente
emaciado.
Se identificó un 2% de datos perdidos durante el
estudio, debido principalmente al incumplimiento
de las recomendaciones previas a la medición.
Estos datos fueron considerados perdidos al azar,
sin introducir sesgos significativos en los resultados
Análisis estadístico
Para la elaboración de la base de datos se utilizó
el programa Excel y para el análisis estadístico
se usó el programa JAMOVI 1,6 con estadística
descriptiva y de asociación. Se empleó la prueba
chi cuadrado para determinar la asociación entre
los factores socio alimentarios y estado de salud
y nutrición.
La presente investigación se apega al Código
de ética médica de Nuremberg, a los principios
éticos para las investigaciones médicas en
seres humanos de Helsinki y según el Artículo
17 del Reglamento de la Ley General de Salud
en Materia de Investigación para la Salud,
constituye un riesgo mínimo ya que se han
establecido procedimientos realizados en la
práctica clínica rutinaria y se apega a las normas
protocolarias vigentes en el Ecuador. A todos
los participantes previo a su participación en
el estudio, se les explicó de qué se trataba el
estudio. Quienes estuvieron de acuerdo, firmaron
el consentimiento informado. La confidencialidad
de los datos fue garantizada mediante procesos
de pseudoanonimización. Los participantes
tuvieron derecho a retirarse del estudio en
cualquier momento sin repercusiones.
Se estudiaron a 221 escolares y adolescentes
pertenecientes a diferentes sectores urbanos
y rurales de Tungurahua-Ecuador. Como se
observa en la tabla 1 la mayor parte 54,8 %
fueron hombres; el 53,4 % son indígenas, el 44,3
% mestizos; el 61,1 % viven en el sector rural.
Se encontró además, que la mayor parte de los
encuestados, el 69,7 % vive con sus padres, el
21,7 % de ellos viven solo con su madre, el 4,1
% con abuelos u otro familiar, el 3,6 % viven
con su padre; el 69,7 % son escolares y el 26,2
% adolescentes; el 52 % de los encuestados ha
padecido IRAs y EDAs en el último mes; el 91 %
de los niños encuestados comen de 2 a 5 veces
en el día, el 57,5 % ve más de 2 horas la televisión
o pasa tiempo en el celular; el 62 % desconoce
acerca de los alimentos que conforman un plato
saludable, el 72,4 % sabe cuándo hay que lavarse
las manos y finalmente al 61,1 % le gustaría
que existan cambios en la alimentación que les
proporcionan las distintas unidades educativas.
En la tabla 2 se observa que ningún grupo de
alimento se consume según lo recomendado, la
3. Resultados
Tabla 1. Cracterísticas generales, conocimientos, actitudes y
prácticas alimentarias.
Variable Escala Frecuencia %
Género Femenino 100 45,2
Masculino 121 54,8
Autoidentificación Étnica
Afroecuatoriano/a 1 0,5
Blanco 4 1,8
Indígena 118 53,4
Mestizo/a 98 44,3
Sector de residencia Rural 135 61,1
Urbano 86 38,9
Grupo etario Adolescentes 58 26,2
Escolares 154 69,7
Presencia de EDA, IRAS
último mes
Si 106 48,0
No 115 52,0
Pasa más de 2 horas al día
TV, Tablet, internet.
Si 127 57,5
No 94 42,5
Conocimiento de lavado
las manos
Si 160 72,4
No 61 27,6
Cambiaría la alimentación
institucional
Si 135 61,1
No 86 38,9
Conocimiento del plato
saludable
Si 84 38,0
No 137 62,0

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mayoría de los alimentos son consumidos con
mayor frecuencia de 2-4 veces a la semana.
Cereales y legumbres: Un 44,1% los consume
entre 2-4 veces a la semana, seguido de un 39,5%
que los come diariamente. Esto muestra que son
un alimento fundamental en la dieta. Lácteos:
Su consumo es mayormente de 2-4 veces por
semana (53,4%), mientras que el consumo diario
es significativamente más bajo (22,3%). Carnes
y huevos: El 51,3% los consume 2-4 veces por
semana, mientras que un 34,9% lo hace a diario,
lo que sugiere un consumo frecuente pero no
predominante. Frutas y verduras: Se destaca que
62,2% las consume entre 2-4 veces por semana,
mientras que solo un 26,9% lo hace todos los días,
dado su papel en la nutrición, este porcentaje
diario podría considerarse bajo. Leguminosas:
Aunque su consumo es relativamente frecuente
en la categoría de 2-4 veces por semana (52,1%),
solo un 6,3% las consume diariamente, a pesar
de ser una excelente fuente de proteína vegetal
y fibra. Azúcares: A pesar de ser un grupo de
alimentos poco recomendado en exceso, un 37%
de la población los consume diariamente, lo que es
relativamente alto y podría ser un factor de riesgo
para enfermedades como obesidad y diabetes.
La población tiene un consumo moderado de
la mayoría de los grupos de alimentos, con una
tendencia alta a consumir ciertos alimentos 2-4
veces por semana. Sin embargo, se identifican
áreas de mejora, como el incremento del consumo
diario de frutas, verduras y leguminosas, y la
reducción del consumo excesivo de azúcares.
Tabla 2. Frecuencias de consumo de alimento
Tabla 3. Relación entre estado nutricional según IMC/EDAD y sus factores.
Alimentos/
Rangos
1 vez a la
semana
2-4 veces a
la semana Nunca Todos los
días
Cereales y
legumbres 15,1 % 44,1 % 1,3 % 39,5%
En la tabla 3 observamos que existen una relación
entre estado nutricional según IMC/EDAD y la
frecuencia de consumo de cereales y legumbres,
el 9,1 % no cumple la recomendación diaria y
presenta delgadez, mientras que 15,4 % no cumple
la recomendación diaria y presenta exceso de
peso. Pues se conoce que una baja ingesta de
cereales esta relacionados con un bajo peso y un
estancamiento en el crecimiento, puesto que los
cereales son la principal fuente de energía, estos
se encuentran en el grupo de los carbohidratos,
los cuales son necesarios para el aporte adecuado
de glucosa a nivel celular, intervienen en múltiples
procesos en la etapa de crecimiento incluyendo el
desarrollo adecuado de órganos. Se observa que
el IMC y la edad se relacionan con la presencia
de EDAS e IRAS en el último mes; el 19,13% de
personas que presentan delgadez, han tenido
estas patologías, de igual forma aquellos que
tienen sobrepeso, en un 20,87 % y, por último,
aquellos con estado nutricional normal en un 69%,
también presentaron este tipo de patologías
Existe relación entre estado nutricional según
IMC/EDAD y sector de residencia, el 19,3 %
tiene delgadez y vive el área rural; el 37,2 %
tiene sobrepeso y obesidad y vive en la zona
urbana, generalmente se debe a las condiciones
socioeconómicas y de infraestructura de los
sectores.
Frecuencia de
consumo de cereales
y legumbres
1 vez a la semana 2-4 veces a la
semana Nunca Todos los días Total X2
Dx.IMC/EDAD Nº % Nº % N.º % Nº % Nº % <0.001
Delgadez 3 8,3 17 16,5 1 33,3 7 8,86 28 12
Normal 18 50 67 65,4 1 33,3 60 75,96 146 66
Exceso de peso* 15 41,7 19 18,44 1 33,3 12 15,18 47 20,5
Total 36 100 103 100 3 100 79 100 221 100
Lácteos 22,3% 53,4% 2,1% 22,3%
Carnes y
huevos 11,3% 51,3% 2,5% 34,9%
Frutas y
verduras 10,9% 62,2% - 26,9%
Leguminosas 39,5% 52,1% 2,1% 6,3%
Azúcares 9,2% 53,4% 0,4% 37,0%
Comida
chatarra 24,8% 64,7% 2,1% 8,4%

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Tabla 4. Relación entre estado nutricional según talla/edad y sus factores
Nota * Incluye sobrepeso y obesidad.
En la tabla 4 observamos la relación entre
el estado nutricional según Talla/Edad y la
frecuencia del consumo de lácteos, se observa
que la desnutrición crónica está estrechamente
ligada a los porcentajes presentes en esta tabla,
se evidencia que tan solo el 2,9 % ingiere lácteos
diariamente y ellos tienen baja talla mientras
que el 19 % consumen todos los días y tiene un
estado nutricional normal. Es importante recalcar
que el consumo de este grupo de alimentos es
fundamental para el correcto funcionamiento del
organismo en etapa de crecimiento y desarrollo.
Observamos que la relación entre talla/edad
y el tiempo dedicado a ver televisión, Tablet,
internet y videojuegos es un factor que incide en
el desarrollo de complicaciones nutricionales, el
17,6 % presenta un diagnóstico de desnutrición
Presencia de EDAS, IRAS en
el último mes No Si Total X2
Dx. IMC/EDAD N° % N° % N° % 0,005
Delgadez 6 5,66 22 19,13 28 12,7
Normal 77 72,64 69 60 146 66,1
Exceso de peso* 23 21,7 24 20,87 47 21,2
Total 106 100 115 100 221 100
Sector de residencia Rural Urbano Total X2
Dx. IMC/EDAD Nº % Nº % Nº % <,001
Delgadez 26 19,3 2 2,3 28 12,7
Normal 94 69,6 52 60,5 146 66,1
Exceso de peso* 15 11,1 32 37,2 47 21,3
Total 135 100 86 100 221 100
crónica que se relaciona al uso desmedido de estos
aparatos tecnológicos afectando su crecimiento
y desarrollo. Se pudo evidenciar que las EDAS
provocadas por diversos factores bacterianos
o parásitos, transmitida por alimentos, agua
contaminada, higiene personal, alimentación
con biberón, baja escolaridad de la madre e IRAS
provocada por infecciones, inhalación de humo
de tabaco, higiene personal y contaminación
ambiental influyen directamente en el desarrollo
de la desnutrición crónica, donde el 16,8% de la
población ha presentado dichas afecciones en el
último mes, mientras que tan solo el 7,6% no ha
contraído este tipo de enfermedades, dándonos a
entender que existe una problemática en la unidad
educativa y que se requiere un accionar preciso
de prevención.
Frecuencia de consumo de
lácteos 1 vez a la semana 2-4 veces a la
semana Nunca Todos los días X2
Dx Talla/Edad Nº % Nº % Nº % Nº %
Baja Talla 21 8,8 30 12 0 0 7 2,9
Normal 32 13 97 40 5 2,1 46 19 0,008
Total 53 22 127 53 5 2,1 53 22
Ve más de 2 horas al día TV,
Tablet, internet. NO SI Total X2
Dx Talla/Edad % Nº % Nº Nº % 0,033
Baja Talla 16 6,7 42 17,6 58 24,4
Normal 78 32,8 102 42,9 180 75,6
Total 94 39,5 144 60,5 238 100
Presencia de EDA, IRAS en el
último mes NO SI Total X2
Dx Talla/Edad Nº % Nº % Nº % 0,017
Baja Talla 18 7,6 40 16,8 58 24,4
Normal 88 37 92 38,7 180 75,6

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En el presente estudio, la mayor parte de la
población encuestada presenta una ubicación
geográfica de carácter rural, representando un
61%, mientras que la restante se ubica en el sector
urbano representando un 38%, además, la mayoría
de los encuestados son escolares, el 70 % y solo el
26% pertenece al grupo de adolescentes. Los niños
que viven en áreas rurales a menudo enfrentan
desafíos únicos en su educación, como la falta
de acceso a recursos educativos de calidad y la
necesidad de viajar largas distancias para asistir a
los establecimientos educativos (5).
Al analizar los datos obtenidos de las encuestas se
puede observar que el 52% ha tenido IRAs o
EDAS en el último mes. Las IRAs tienen varios
factores desencadenantes como el medio
ambiente, contaminación, escasez de ventilación
y otros factores predisponentes como el bajo
peso al nacer, déficit de vitamina A, infecciones
recurrentes y vacunas incompletas; mientras
que las EDAs son causadas mayormente por
falta de higiene personal, hogares insalubres,
técnicas de preparación de alimentos incorrectas
y otros factores individuales (4-5); esta situación
se corrobora con los resultados de delgadez
de nuestro estudio, el 78,6% de los escolares y
adolescentes con delgadez han tenido también
EDAs e IRAs en el último mes, lo que comprueba
que las infecciones alteran significativamente el
estado nutricional, por lo que es indispensable la
captación oportuna de la población vulnerable,
considerando que los estados de malnutrición
diagnosticados a tiempo pueden mejorar su
estado nutricional (6-7).
Existen muchos métodos y diseños que pueden
contribuir para mejorar los diagnósticos
poblacionales como es las encuestas CAP e
Indicadores antropométricos de la OMS, es así
que en un estudio de corte-transversal y de tipo
descriptivo realizado en el 2019 en Lima-Perú
demostró que la mayor parte de estudiantes
adolescentes tiene un conocimiento regular
sobre alimentación saludable, el 83,4 % tuvo una
actitud favorable y el 78,2% presentó una práctica
inadecuada, el principal problema detectado fue,
no poner en práctica los conocimientos y actitudes
que tienen sobre alimentación saludable (4).
Según información obtenida, la prevalencia
de malnutrición está asociada a la falta de
conocimientos relacionados a una adecuada
alimentación, nutrición, higiene y estilo de vida
4. Discusión para evitar enfermedades y garantizar la salud (8).
Se conoce que dentro del país las desigualdades
sociales y económicas también juegan un rol clave
en el desarrollo de cualquier tipo de malnutrición.
Un estudio de Ramírez et al. (2020) evidenciaron
las desigualdades en la desnutrición dentro del
Ecuador, entre sus hallazgos se tuvo que el bajo
nivel educativo osciló entre el 16,5% en el tercil
de la riqueza alta, y 57,3% en el tercil de riqueza
baja, mientras que los hogares de riqueza media y
alta presentaron mayor acceso a servicios básicos
como servicio de alcantarillado y agua potable
(desigualdad en el acceso a servicios básico); sobre
la desnutrición per se mostró que el retraso de
crecimiento y anemia en menores de 5 años fue
más pronunciado en el tercil de riqueza baja y en
la población indígena, situación que se mantuvo
en mujeres adolescentes de 11 a 19 años, donde
el 50,1% de mujeres de etnia indígena mostró
retraso en el crecimiento, en mujeres adultas (20
a 49 años) se mantuvo la prevalencia de anemia y
de retraso de crecimiento, siendo la etnia indígena
la más afectada nuevamente (51,8%), en el tercil
de riqueza baja se presentó mayor prevalencia de
sobrepeso y obesidad (69,8%), siendo las mujeres
indígenas (41,3%) las más afectadas por sobrepeso
(9).
El consumo de comida chatarra es de un 64,7%,
siendo los alimentos más consumidos en esta
frecuencia de tiempo por la mayoría de los jóvenes
y también el consumo de azúcares con un 37,0%
consumida todos los días. Además, encontrándose
similar el consumo de azúcares con respecto
a otras poblaciones rurales del Ecuador con el
consumo de azúcar superior al 30% principalmente
en niños que presentan normo peso o sobrepeso
u obesidad. Un estudio realizado en Loja, Ecuador,
mostró que los niños y adolescentes consumen
de 280 a 360 calorías provenientes de azúcares
simples, lo que conlleva grandes consecuencias
en la salud como obesidad infantil, desarrollo
de enfermedades crónicas a lo largo de la vida,
déficits nutricionales, enfermedades bucodentales,
problemas en la memoria y la concentración,
baja autoestima y otros problemas emocionales
(10–12). En el consumo de cereales y legumbres
se puede observar que el 30,3% presenta un
consumo de 2 – 4 veces a la semana y el 2,9%, en
comparación con otro estudio se ha descrito que
la alimentación variada y suficiente con consumo
de cereales, leguminosas, frutas, verduras y
porciones adecuadas de alimentos de origen
animal son más recomendables que las dietas
de alta densidad energética, las cuales se basan
principalmente en alimentos de origen animal,

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cereales refinados, azúcares simples y grasas
saturadas (6,13).
Asimismo, se observó que el lugar de residencia
tiene relación con el estado nutricional de las
personas. En las zonas urbanas, la población
prefiere consumir alimentos como granos,
productos de origen animal, y alimentos que
tienen un alto contenido de grasa y azúcar, como
resultado el 37,2% de los habitantes urbanos
tienen sobrepeso u obesidad. (14,15)
Por otro lado, un estudio que se realizó en
Azogues y Pujilí evidenció que el nivel educativo
de las madres influye en el estado nutricional de
los niños, una situación que también se encuentra
muy vinculada con el lugar de residencia, debido a
que la educación en las zonas rurales suele ser más
bajo. Los resultados del estudio indicaron que los
niños que tienen madres con mayor nivel educativo
presentan una mayor tendencia al sobrepeso. En
cambio, un nivel educativo más bajo está asociado
con una dieta predominante por harinas, tubérculos,
leguminosas y otros cereales. (16)
Sobre el consumo de lácteos, la mayor parte (53,4%)
tuvo una ingesta de 2 a 4 porciones semanales,
cuando su consumo debería ser diario; en un
estudio en relación con el consumo de productos
lácteos en niños en edad escolar se evidencia
que influye mucho en la talla/edad ya que al no
incluirlo en su dieta diaria incluye baja talla y retraso
en el crecimiento, el consumo de lácteos fue de 2
raciones al día, donde el 25% presentó desnutrición
aguda, lo que trajo consigo déficit de calcio lo cual
no cubre los requerimientos diarios (17). Esto
debido a que los niños de pobres o de extrema
pobreza, poseen poco hábito de consumir lácteos
y no tienen el recurso para adquirirlos; por lo tanto,
en la comunidad se consumen carbohidratos en
abundancia (arroz, camote, papa) y pocos cereales,
por lo que se les reemplazan las proteínas por
carbohidratos (18).
De acuerdo a la talla/edad de la población y el
tiempo dedicado a ver televisión, tablet, internet
y videojuegos, en un estudio realizado en el 2020
se dio a conocer que un tercio de los niños del
planeta se dedican al menos tres horas por día a
mirar el televisor o computador, destacando que
según el informe anual de la Organización Mundial
de la Salud (OMS), se identificaron cifras alarmantes
de niños, niñas y adolescentes de 5 a 19 años con
malnutrición por déficit y exceso ocasionado
por los inadecuados hábitos alimentarios y el
tiempo dedicado a utilizar aparatos electrónicos
(19). Según García (14) también demuestran que
los niños que dedican gran parte de su tiempo
frente a un computador, televisión o cualquier
aparato electrónico, presentan niveles de actividad
inadecuados y a su vez aumentan el riesgo de
padecer sobrepeso y obesidad (20). De igual manera
Montero Aaron y Proaño Erika en su estudio 2020 da
a conocer que el 51,3% corresponde a enfermedad
diarreica aguda, el 22,7% corresponde a infección
de vías urinarias, el 17,3% corresponde a neumonía
y el 8,7% corresponde a infección de partes
blandas, por lo que se verifica que la prevalencia de
patologías de mayor índole entre las enfermedades
estudiadas corresponde a enfermedad diarreica
aguda en contraste a una menor predisposición
en el desarrollo de infección en partes blandas. Un
estudio realizado por Moyano et al. 2020 (5) da a
conocer que en un muestreo de 425 pacientes se
encontraron 122 casos de asma, lo que corresponde
a 29%. En cuanto al estado nutricional, 13 niños
tenían bajo peso (3%), 263 peso normal (62%),
117 con sobrepeso (27%) y 32 obesidad (8%). La
mediana del índice de masa corporal fue de 17.35
kg/m2, la malnutrición en la población alcanzó 38%,
con una tendencia de desarrollo o incidencia neta
de sobrepeso y obesidad (21-22).
Los hábitos alimentarios en los niños son una gran
oportunidad para identificar conductas que puedan
ser un gran factor de riesgo para enfermedades
cardiovasculares en la etapa de la adultez (23-24).
Según Anaya, et al. 2018 nos menciona que los
problemas nutricionales en los niños se deben al
consumo inadecuado de alimentos que en algunos
casos puede provocar trastornos en la conducta
alimentaria. Por ende, se vuelve muy importante
educar a las nuevas generaciones para que tengan
un buen desempeño escolar y se mantenga a lo
largo de su vida (25).
Se identificó en estas diadas de madres y escolares
que el nivel educativo de las madres de familia
y el nivel de ingresos de los hogares estaban
relacionados con el consumo de frutas y verduras
de los escolares de Ciudad Guzmán, Jalisco, lo
que debería tenerse en cuenta en la planificación
de acciones que contribuyan a la mejora del
consumo de frutas y verduras, se recomienda
plantear estrategias particulares para mejorar el
consumo de cada clase de alimento; se sugiere
también la realización de estudios longitudinales
y comparativos que investiguen estos y otros
factores socioeconómicos y sociodemográficos,
asociados al consumo de frutas y verduras en
poblaciones vulnerables como la estudiada en la
presente investigación (26).

60Verónica Elizabeth Guanga Lara, et al.Vol. 16 Número 1 2025
Entre las limitaciones del estudio se encuentra un
posible riesgo de sesgo debido al tamaño maestral
y la falta de diversidad étnica. Siendo necesario
realizar estudios longitudinales que evalúen el
impacto de las intervenciones especificas en la
población estudiada, como el estudio longitudinal
de Rocha se observó mayor consumo de calorías
en los refrigerios, que provienen de la grasa por
el consumo de papa fritas, flautas, tacos fritos,
chilaquiles, empanadas, hamburguesa, pizza,
hot cakes, jamón, huevo, tortilla de harina, frijol,
tortilla de maíz por tanto es necesario fortalecer
las políticas con respecto a las intervenciones
nutricionales en los refrigerios escolares con otras
alternativas de alimentos saludables con estricta
supervisión de profesionales de la nutrición (27).
5. Conclusiones
6. Financiamiento
7. Financiamiento
8. Agradecimientos
9. Conflicto de intereses
10. Declaración de contribución
11. Limitación de responsabilidad
12. Fuente de apoyo
13. Referencias Bibliográficas
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Se concluye que la mayoría de evaluados son
hombres, indígenas, viven en el sector rural, ve
más de 2 horas de tecnología al día; desconocen
los alimentos de un plato saludable y del lavado
de manos y desean cambiar la alimentación
institucional; no consumen los alimentos
recomendados.
Los problemas de malnutrición tanto por déficit
y exceso tienen una relación estadísticamente
significativa entre índice de masa corporal/edad y
consumo de cereales, presencia de enfermedades
diarreicas, respiratorias y sector de residencia;
entre talla/edad y consumo de lácteos, ve más de
2 horas al día tecnología, presencia enfermedades
diarreicas y respiratorias.
El estado nutricional se ve afectado por varios
factores socio-alimentarios por tanto se
recomienda mantener un consumo adecuado
de alimentos, controlar el tiempo dedicado a la
tecnología, controlar las IRAS y EDAS, para prevenir
el riesgo de padecer enfermedades, mejorar el
estado nutricional y de salud a nivel comunitario.
Los autores declaran que no hubo financiamiento
para realizar este estudio.
Los autores declaran que no hubo financiamiento
para realizar este estudio.
Los investigadores agradecen a quienes
participaron en la investigación y proporcionaron
la información solicitada.
Los autores declaran que no existe ningún
conflicto de interés, y que durante la ejecución y
redacción de este trabajo no han incidido intereses
o valores distintos a los que usualmente tiene la
investigación
VG, FP contribuyeron a la creación y diseño
del estudio, diseñaron el plan estadístico e
interpretaron los datos. PO, MS, AV realizó la
búsqueda de literatura, realizó los análisis y
escribió el primer borrador. La revisión final
lo hicieron VG, DT Todos los autores revisaron
críticamente esta y las versiones anteriores del
documento.
Los autores declaran que todo lo expresado en
este manuscrito es de su entera responsabilidad
y no de la institución en la que se encuentran
laborando.
Los autores declaran que no hubo financiamiento
para realizar este estudio.

61FACTORES SOCIO-ALIMENTARIOS DE CRECIMIENTO Y
SALUD EN ESCOLARES Y ADOLESCENTES
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