101p. 101-108
LA OBESIDAD: UN GRAVE PELIGRO PARA LA
SALUD, REVISIÓN BIBLIOGRÁFICAVol. 16 Número 1 2025
RESUMEN
ABSTRACT
Obesity: a serious health hazard, literature review
LA OBESIDAD: UN GRAVE PELIGRO PARA LA SALUD, REVISIÓN
BIBLIOGRÁFICA
(1) Carrera de Medicina, Facultad de Salud Pública, Escuela Superior Politécnica de Chimborazo
(2) Médico Especialista en Ginecología y Obstetricia, Médico Tratante del Servicio de Ginecología Hospital IESS Riobamba, Docente Escuela Superior Politécnica de Chimborazo (ESPOCH),
Riobamba,Ecuador
Autor de correspondencia:
Samantha Stefania Paz Cevallos, Carrera de Medicina, Facultad de Salud Pública, Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, Riobamba, Ecuador, correo electrónico: samantha.paz@
espoch.edu.ec; Teléfono: 0989992517
Introducción: En la actualidad la obesidad representa un problema de salud importante. El presente artículo abordará sobre los efectos
negativos que provoca en la salud física. Objetivo: Explorar los riesgos y complicaciones asociados con la obesidad y proporcionar una
visión más detallada sobre la misma. Metodología: Se llevó a cabo una revisión bibliográfica no sistemática. Se obtuvo información de
libros, artículos científicos y bases de datos como como SciELO, Pubmed, ScienceDirect, Clinical Key y Dianelt. Resultados: Se utilizaron
30 fuentes encontradas en bases de datos, todas ellas cumplieron con los criterios de inclusión. Discusión: La obesidad ha aumentado
alarmantemente en décadas recientes, afectando en numerables países y a todas las edades. Es una enfermedad multifactorial asociada
con riesgos metabólicos, cardiovasculares y psicológicos, impulsada por dietas desequilibradas, sedentarismo y factores genéticos.
Una alimentación equilibrada, actividad física y estrategias preventivas personalizadas son claves para su control y mitigación global.
Conclusión: La obesidad es considerada como una problemática de salud a nivel mundial, ya que provoca la aparición de múltiples
enfermedades como la diabetes e hipertensión arterial, por lo que la adopción de medidas preventivas en cada país es importante no solo
para mantener en óptimas condiciones de salud a la población, sino que además reduce los costos que son necesarios para el tratamiento
de las enfermedades ya descritas.
Palabras claves: Obesidad, prevención, estilos de vida saludables.
Introduction: Currently, obesity represents a major health problem. This article will discuss the negative effects it causes on physical
health. Objective: Explore the risks and complications associated with obesity and provide a detailed view of it. Methodology: A non-
systematic literature review was carried out. Information was obtained from books, scientific articles and databases such as SciELO,
Pubmed, ScienceDirect, Clinical Key and Dianelt. Results: 30 sources found in databases were used, all of them met inclusion criteria.
Discussion: Obesity has increased alarmingly in recent decades, affecting numerous countries and all ages. It represents a multifactorial
disease associated with metabolic, cardiovascular and psychological risks, driven by unbalanced diets, sedentary lifestyle and genetic
factors. A balanced diet, physical activity and personalized preventive strategies are key to its overall control and mitigation.Conclusion:
Obesity is considered a health problem worldwide, since it causes the appearance of multiple diseases such as diabetes and high blood
pressure, so the adoption of preventive measures in each country is important not only to maintain optimal health.
Keywords: Obesity, prevention, healthy lifestyles.
iD
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Samantha Stefania Paz Cevallos ⁽¹⁾ *
Jefferson Danny Bonilla Sánchez ⁽¹⁾
Verónica Alejandra Jaya Baldeón ⁽¹, ²⁾ Ana María Minda Mina ⁽¹⁾
Beckner Kristvidenth Mosquera Orozco ⁽¹⁾ María Gabriela Parraga Astudillo ⁽¹⁾
samantha.paz@espoch.edu.ec
jeffersond.bonilla@espoch.edu.ec
verónica.jaya@espoch.edu.ec ana.minda@espoch.edu.ec
beckner.mosquera@espoch.edu.ec maria.parraga@espoch.edu.ec
ARTÍCULO DE REVISIÓN Historial del artículo: Recibido: 03/07/2024 · Aceptado: 08/05/2025 · Publicado: 26-07-2025
https://cssn.espoch.edu.ec DOI: https://doi.org/10.47187/cssn.Vol16.Iss1.422
102Samantha Stefania Paz Cevallos, et al.Vol. 16 Número 1 2025
La obesidad es una patología crónica caracterizada
por una acumulación excesiva de tejido adiposo
que constituye una amenaza considerable para
la salud global. De acuerdo con la Organización
Mundial de la Salud (OMS), esta condición
ha alcanzado niveles epidémicos, generando
repercusiones significativas en los ámbitos físico,
psicológico y social. Se trata de un trastorno
multifactorial que afecta a millones de personas a
nivel mundial, cuyas etiologías están relacionadas
con factores genéticos, ambientales, metabólicos
y conductuales (1).
En Ecuador, por ejemplo, la prevalencia de
obesidad aumentó del 25 % en 2014 al 27 % en
2016, posicionando al país en el lugar 115 de 200
naciones evaluadas. Este incremento evidencia un
problema en expansión que impacta no solo a nivel
individual, sino también en los sistemas de salud
pública, debido a las múltiples complicaciones
asociadas, como enfermedades cardiovasculares,
diabetes mellitus tipo 2 y trastornos
musculoesqueléticos. (2). En el presente artículo se
analizarán los efectos perjudiciales de la obesidad
sobre la salud física, profundizando en sus causas,
clasificaciones y complicaciones. Asimismo, se
enfatizará la relevancia de implementar estrategias
de prevención y tratamiento, destacando el
rol esencial de una alimentación balanceada
para abordar esta problemática de creciente
prevalencia. En países como Ecuador, la prevalencia
de la obesidad ha aumentado significativamente
en los últimos años, lo que plantea un desafío
para la salud pública. ¿Cómo afecta la obesidad
y sus complicaciones a los sistemas corporales y
qué estrategias de prevención y tratamiento son
efectivas para mitigar este problema de salud en
crecimiento?
1. Introducción
2. Metodología
2.1. Criterios de elegibilidad
La presente revisión bibliográfica es de tipo no
sistemática.
2.2. Fuentes de información
Se incluyeron aquellos artículos válidos y
publicaciones en los últimos 5 años, es decir,
desde el 2018 hasta el 2023. En relación con la
disponibilidad del contenido se seleccionaron
aquello documentos que permiten acceder al texto
completo, en los idiomas inglés y español.
Finalmente, teniendo todos los recursos
informativos de interés fueron excluidos aquellos
que no se encontraban dentro del rango de
las fechas de publicación, artículos o blogs que
carecieran de valor científico, aquellos que no
incluyeron la información que se esperaba,
publicaciones incompletas, publicaciones no
originales.
2.3. Estrategias de búsqueda
Esta investigación recopiló información de fuentes
confiables, las cuales están alojadas en las bases
de datos como SciELO, Pubmed, ScienceDirect,
Clinical Key, Dianelt. Además, se utilizaron artículos
de las siguientes revistas: Revista Lancet sobre
diabetes y endocrinología, La Ciencia al Servicio de
la Salud y la Nutrición, Revista Médica Clínica Las
Condes, teniendo en cuenta palabras claves como
“Obesidad”, “Factores de riesgo”, a su vez utilizando
los tres principales operadores booleanos “AND”,
“OR” y “NOT” tanto en español como inglés.
2.4. Proceso de selección de estudios
Se realizó una búsqueda exhaustiva de documentos,
ya sean investigaciones o artículos, en base a las
palabras claves, de estas se procedió a leer los
títulos y resúmenes a razón de determinar los que
serían de utilidad para la presente revisión, de
este modo, aquellos que cumplían con el enfoque
requerido se leyeron en su totalidad.
2.5. Proceso de extracción de estudios
La información fue organizada temáticamente tras
una lectura crítica y estructurada en categorías
como causas, clasificaciones, complicaciones y
prevención, destacando patrones recurrentes
como el impacto de la obesidad en enfermedades
metabólicas, la influencia de alimentos
ultraprocesados y el estilo de vida. Esta información
se organizó en secciones claras dentro del artículo,
utilizando tablas para facilitar la comprensión visual
de los datos.
2.6. Valoración crítica
Se revisaron las limitaciones que presentaron
los estudios, ya sea dependiendo del número
de artículos estudiados o el entorno en que se
desarrolló el estudio.
2.7. Consideraciones éticas
El artículo se basó en una revisión de literatura
previamente publicada, por lo que no fue necesario
La obesidad es una patología crónica caracterizada
por una acumulación excesiva de tejido adiposo
que constituye una amenaza considerable para
la salud global. De acuerdo con la Organización
Mundial de la Salud (OMS), esta condición
ha alcanzado niveles epidémicos, generando
repercusiones significativas en los ámbitos físico,
psicológico y social. Se trata de un trastorno
multifactorial que afecta a millones de personas a
nivel mundial, cuyas etiologías están relacionadas
con factores genéticos, ambientales, metabólicos
y conductuales (1).
En Ecuador, por ejemplo, la prevalencia de
obesidad aumentó del 25 % en 2014 al 27 % en
2016, posicionando al país en el lugar 115 de 200
naciones evaluadas. Este incremento evidencia un
problema en expansión que impacta no solo a nivel
individual, sino también en los sistemas de salud
pública, debido a las múltiples complicaciones
asociadas, como enfermedades cardiovasculares,
diabetes mellitus tipo 2 y trastornos
musculoesqueléticos. (2). En el presente artículo se
analizarán los efectos perjudiciales de la obesidad
sobre la salud física, profundizando en sus causas,
clasificaciones y complicaciones. Asimismo, se
enfatizará la relevancia de implementar estrategias
de prevención y tratamiento, destacando el
rol esencial de una alimentación balanceada
para abordar esta problemática de creciente
prevalencia. En países como Ecuador, la prevalencia
de la obesidad ha aumentado significativamente
en los últimos años, lo que plantea un desafío
para la salud pública. ¿Cómo afecta la obesidad
y sus complicaciones a los sistemas corporales y
qué estrategias de prevención y tratamiento son
efectivas para mitigar este problema de salud en
crecimiento?
1. Introducción
2. Metodología
2.1. Criterios de elegibilidad
La presente revisión bibliográfica es de tipo no
sistemática.
2.2. Fuentes de información
Se incluyeron aquellos artículos válidos y
publicaciones en los últimos 5 años, es decir,
desde el 2018 hasta el 2023. En relación con la
disponibilidad del contenido se seleccionaron
aquello documentos que permiten acceder al texto
completo, en los idiomas inglés y español.
Finalmente, teniendo todos los recursos
informativos de interés fueron excluidos aquellos
que no se encontraban dentro del rango de
las fechas de publicación, artículos o blogs que
carecieran de valor científico, aquellos que no
incluyeron la información que se esperaba,
publicaciones incompletas, publicaciones no
originales.
2.3. Estrategias de búsqueda
Esta investigación recopiló información de fuentes
confiables, las cuales están alojadas en las bases
de datos como SciELO, Pubmed, ScienceDirect,
Clinical Key, Dianelt. Además, se utilizaron artículos
de las siguientes revistas: Revista Lancet sobre
diabetes y endocrinología, La Ciencia al Servicio de
la Salud y la Nutrición, Revista Médica Clínica Las
Condes, teniendo en cuenta palabras claves como
“Obesidad”, “Factores de riesgo”, a su vez utilizando
los tres principales operadores booleanos “AND”,
“OR” y “NOT” tanto en español como inglés.
2.4. Proceso de selección de estudios
Se realizó una búsqueda exhaustiva de documentos,
ya sean investigaciones o artículos, en base a las
palabras claves, de estas se procedió a leer los
títulos y resúmenes a razón de determinar los que
serían de utilidad para la presente revisión, de
este modo, aquellos que cumplían con el enfoque
requerido se leyeron en su totalidad.
2.5. Proceso de extracción de estudios
La información fue organizada temáticamente tras
una lectura crítica y estructurada en categorías
como causas, clasificaciones, complicaciones y
prevención, destacando patrones recurrentes
como el impacto de la obesidad en enfermedades
metabólicas, la influencia de alimentos
ultraprocesados y el estilo de vida. Esta información
se organizó en secciones claras dentro del artículo,
utilizando tablas para facilitar la comprensión visual
de los datos.
2.6. Valoración crítica
Se revisaron las limitaciones que presentaron
los estudios, ya sea dependiendo del número
de artículos estudiados o el entorno en que se
desarrolló el estudio.
2.7. Consideraciones éticas
El artículo se basó en una revisión de literatura
previamente publicada, por lo que no fue necesario
103p. 101-108
LA OBESIDAD: UN GRAVE PELIGRO PARA LA
SALUD, REVISIÓN BIBLIOGRÁFICAVol. 16 Número 1 2025
3. Resultados
4. Discusión
En la presente revisión bibliográfica narrativa
se realizó una búsqueda avanzada del tema a
tratar, en donde fue posible encontrar varias
literaturas, obteniendo un total de 46 artículos,
los mismos que se encontraban en inglés, español
y otros idiomas. Realizando una lectura crítica de
los resultados obtenidos se excluyó en primera
instancia siete, porque se encontraban en idiomas
distintos al inglés o español, además de ello, se
eliminaron cuatro, ya que sus años de referencia
no cumplían con el rango establecido de 2018 a
2023. Finalmente, se excluyeron cinco artículos
más, porque la información proporcionada no
fue suficiente para la actual investigación. Por
consiguiente, los estudios utilizados fueron un total
de 30, los cuales cumplían con todos los criterios
de inclusión como se muestra en el gráfico 1.
En las últimas décadas la obesidad ha
experimentado un crecimiento alarmante. Según
información de la OMS, desde 1980 las cifras de
obesidad han aumentado a más de la mitad a nivel
mundial. En años anteriores, se estimaba que 1
500 millones de adultos tenían exceso de peso,
de los cuales más de 200 millones eran hombres
y cerca de 300 millones eran mujeres (3).
Por otro lado, un estudio de Aranceta (18) resaltó
la incidencia de obesidad abdominal como un
factor clave en el desarrollo de enfermedades
cardiovasculares y metabólicas en población joven,
someterlo a la aprobación de un comité de ética.
Sin embargo, se respetaron los principios éticos
fundamentales mediante la correcta citación
de todas las fuentes utilizadas, garantizando el
reconocimiento de los autores originales. Además,
se verificó que los estudios revisados en el artículo
cumplieran con las normativas éticas declaradas en
sus publicaciones originales.
2.8. Limitaciones
El artículo presenta limitaciones inherentes a su
enfoque narrativo y no sistemático, como la falta
de exhaustividad en la búsqueda de literatura, lo
que podría haber llevado a la omisión de estudios
relevantes. La selección de fuentes estuvo
influenciada por los criterios de los autores,
incrementando el riesgo de sesgo y reduciendo la
reproducibilidad del estudio.
sugiriendo la necesidad de estrategias preventivas
dirigidas a este grupo. Además, investigaciones
sobre el impacto de alimentos ultraprocesados
han demostrado una correlación directa con el
incremento de obesidad y otras enfermedades
crónicas no transmisibles (4).
Por ejemplo, estudios recientes destacan que
la obesidad no solo incrementa el riesgo de
enfermedades metabólicas como la Diabetes
Mellitus tipo 2 y la Hipertensión, sino que también
está asociada con complicaciones psicológicas
como la ansiedad y la depresión (10).
Así mismo, investigaciones realizadas por Mora
(2) en Ecuador evidenciaron que los cambios
en los hábitos alimenticios y la disminución de
la actividad física han sido determinantes en el
aumento de la prevalencia de esta condición.
En este contexto, resulta crucial que las estrategias
terapéuticas e intervenciones se fundamenten
no únicamente en directrices generales, sino
también en evidencia científica específica que
contempla las particularidades epidemiológicas,
genéticas y socioculturales de cada población. Esto
permitirá abordar la obesidad desde un enfoque
multidimensional, optimizando los resultados en
términos de prevención, manejo y mitigación.
La obesidad no solo afecta a los adultos, sino
también a los niños. Según informes de la OMS,
en 2010, cerca de 43 millones de infantes menores
de cinco años mantenían su peso por encima de lo
normal. Anteriormente, el sobrepeso y la obesidad
se consideraban problemas exclusivos de los países
con altos ingresos; sin embargo, actualmente
también afectan a los países de bajos y medianos
ingresos, especialmente en las áreas urbanas (4).
Comparativamente, se estima que alrededor de 35
millones de niños tienen sobrepeso en los países
en vías de desarrollo, en tanto que en los países
desarrollados los números reflejan ocho millones.
Expertos señalan que factores como las diferencias
económicas, sociales y educativas, así como el
acceso limitado a información oportuna, dificultan
la capacidad para tomar decisiones acertadas.
Además, es importante destacar que en los últimos
años se han producido cambios económicos,
laborales y sociales significativos que también han
afectado nuestra dieta y estilo de vida. (5,6).
4.1. Factores de Riesgo y Causas
La obesidad resulta de un desequilibrio energético
entre las calorías consumidas y las calorías
LA OBESIDAD: UN GRAVE PELIGRO PARA LA
SALUD, REVISIÓN BIBLIOGRÁFICAVol. 16 Número 1 2025
3. Resultados
4. Discusión
En la presente revisión bibliográfica narrativa
se realizó una búsqueda avanzada del tema a
tratar, en donde fue posible encontrar varias
literaturas, obteniendo un total de 46 artículos,
los mismos que se encontraban en inglés, español
y otros idiomas. Realizando una lectura crítica de
los resultados obtenidos se excluyó en primera
instancia siete, porque se encontraban en idiomas
distintos al inglés o español, además de ello, se
eliminaron cuatro, ya que sus años de referencia
no cumplían con el rango establecido de 2018 a
2023. Finalmente, se excluyeron cinco artículos
más, porque la información proporcionada no
fue suficiente para la actual investigación. Por
consiguiente, los estudios utilizados fueron un total
de 30, los cuales cumplían con todos los criterios
de inclusión como se muestra en el gráfico 1.
En las últimas décadas la obesidad ha
experimentado un crecimiento alarmante. Según
información de la OMS, desde 1980 las cifras de
obesidad han aumentado a más de la mitad a nivel
mundial. En años anteriores, se estimaba que 1
500 millones de adultos tenían exceso de peso,
de los cuales más de 200 millones eran hombres
y cerca de 300 millones eran mujeres (3).
Por otro lado, un estudio de Aranceta (18) resaltó
la incidencia de obesidad abdominal como un
factor clave en el desarrollo de enfermedades
cardiovasculares y metabólicas en población joven,
someterlo a la aprobación de un comité de ética.
Sin embargo, se respetaron los principios éticos
fundamentales mediante la correcta citación
de todas las fuentes utilizadas, garantizando el
reconocimiento de los autores originales. Además,
se verificó que los estudios revisados en el artículo
cumplieran con las normativas éticas declaradas en
sus publicaciones originales.
2.8. Limitaciones
El artículo presenta limitaciones inherentes a su
enfoque narrativo y no sistemático, como la falta
de exhaustividad en la búsqueda de literatura, lo
que podría haber llevado a la omisión de estudios
relevantes. La selección de fuentes estuvo
influenciada por los criterios de los autores,
incrementando el riesgo de sesgo y reduciendo la
reproducibilidad del estudio.
sugiriendo la necesidad de estrategias preventivas
dirigidas a este grupo. Además, investigaciones
sobre el impacto de alimentos ultraprocesados
han demostrado una correlación directa con el
incremento de obesidad y otras enfermedades
crónicas no transmisibles (4).
Por ejemplo, estudios recientes destacan que
la obesidad no solo incrementa el riesgo de
enfermedades metabólicas como la Diabetes
Mellitus tipo 2 y la Hipertensión, sino que también
está asociada con complicaciones psicológicas
como la ansiedad y la depresión (10).
Así mismo, investigaciones realizadas por Mora
(2) en Ecuador evidenciaron que los cambios
en los hábitos alimenticios y la disminución de
la actividad física han sido determinantes en el
aumento de la prevalencia de esta condición.
En este contexto, resulta crucial que las estrategias
terapéuticas e intervenciones se fundamenten
no únicamente en directrices generales, sino
también en evidencia científica específica que
contempla las particularidades epidemiológicas,
genéticas y socioculturales de cada población. Esto
permitirá abordar la obesidad desde un enfoque
multidimensional, optimizando los resultados en
términos de prevención, manejo y mitigación.
La obesidad no solo afecta a los adultos, sino
también a los niños. Según informes de la OMS,
en 2010, cerca de 43 millones de infantes menores
de cinco años mantenían su peso por encima de lo
normal. Anteriormente, el sobrepeso y la obesidad
se consideraban problemas exclusivos de los países
con altos ingresos; sin embargo, actualmente
también afectan a los países de bajos y medianos
ingresos, especialmente en las áreas urbanas (4).
Comparativamente, se estima que alrededor de 35
millones de niños tienen sobrepeso en los países
en vías de desarrollo, en tanto que en los países
desarrollados los números reflejan ocho millones.
Expertos señalan que factores como las diferencias
económicas, sociales y educativas, así como el
acceso limitado a información oportuna, dificultan
la capacidad para tomar decisiones acertadas.
Además, es importante destacar que en los últimos
años se han producido cambios económicos,
laborales y sociales significativos que también han
afectado nuestra dieta y estilo de vida. (5,6).
4.1. Factores de Riesgo y Causas
La obesidad resulta de un desequilibrio energético
entre las calorías consumidas y las calorías
104Samantha Stefania Paz Cevallos, et al.Vol. 16 Número 1 2025
gastadas. Diversos factores contribuyen a esta
condición, incluyendo los estilos de vida, los
hábitos alimenticios, los problemas psicológicos
y los factores genéticos. Existe una tendencia
global hacia una mayor ingesta de alimentos
ricos en grasas, sal y azúcares, pero deficientes en
vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales.
Además, el estilo de vida sedentario, impulsado
por la automatización de las tareas laborales, los
medios modernos de transporte y la vida urbana,
ha conducido a una disminución de la actividad
física, lo que agrava el desarrollo de la obesidad
(7).
Aunque solo un pequeño porcentaje de personas
obesas presenta causas endocrinológicas, como
el hipotiroidismo o el síndrome de cushing, se ha
observado que el exceso de grasa puede alterar
la regulación, metabolización y secreción de
diversas hormonas, lo que agrava esta condición.
La obesidad es una enfermedad multifactorial que
se manifiesta en una amplia gama de fenotipos (8).
4.2. Clasificación y Complicaciones
La nueva definición, basada en evidencia,
distingue entre la “obesidad clínica”, un estado
de enfermedad crónica y sistémica causado
directamente por el exceso de adiposidad, y la
“obesidad preclínica”, una condición de exceso
de adiposidad sin disfunción orgánica actual ni
limitaciones en las actividades diarias, pero con un
mayor riesgo de salud futuro dadas las limitaciones
del IMC, la Comisión utiliza otras mediciones del
tamaño corporal (circunferencia de la cintura,
relación cintura-cadera o relación cintura-altura),
además del IMC, para definir el estado de obesidad
(22).
De acuerdo a la OMS, se contempla a las personas
como obesas cuando el IMC es igual o superior a
30 kg/m². De tal forma, la clasificación se divide
en grado I, grado II, grado III y grado IV, conforme
el nivel de obesidad (Tabla 1) (1,9).
Algunas de las complicaciones más comunes de
la obesidad incluyen síndromes metabólicos,
enfermedades pulmonares, cardíacas y articulares.
Se especifica ciertas características en relación con
cada grado:
Grado l. Se considera obesidad de bajo riesgo
o de primer grado cuando el índice de masa
corporal (IMC) se encuentra en un rango entre
30 y 34.9. En estas circunstancias, hay una
notable elevación del riesgo de desarrollar
enfermedades en comparación con casos de
sobrepeso, especialmente en individuos bajos
(10). Esto se debe a un desequilibrio energético
que puede resultar en la acumulación de grasa
corporal debido a cambios en el estilo de vida,
hábitos alimentarios y disminución de la actividad
física. Como resultado, los órganos comienzan a
presentar problemas graves y hay una falta de
control sobre la alimentación, lo que ralentiza el
metabolismo. En este sentido, se podría decir que
la comida pasa a ser el centro controlador en la
vida del individuo obeso.
Grado ll. Tener mucha grasa corporal aumenta
el riesgo de sufrir enfermedades y problemas
de salud. La comida domina la vida, limitando
los movimientos debido al peso extra. El cuerpo
ya no puede quemar las calorías adicionales
porque hay poco movimiento físico. Esto provoca
las enfermedades cardiacas (11). Además,
una disminución en la actividad física y malos
hábitos alimenticios junto con estar inicialmente
obeso hacen que el organismo acumule más
grasa en diferentes partes del cuerpo. Por lo
tanto, "hay aún más posibilidades de desarrollar
trastornos cardiovasculares metabólicos o
musculoesqueléticos comparados a aquellos con
grado I de obesidad" (12,13).
Grado III. En este grado de obesidad es el
más peligroso para la salud de quienes lo
padecen y puede conducir a trastornos como
los mencionados anteriormente. Por tanto, es
necesario implementar cambios en la dieta y
aumentar la actividad física. En estos casos, el
índice de masa corporal (IMC) se sitúa entre
40 y 49.9, lo que indica una alta probabilidad
de desarrollar enfermedades clínicas como
hipertensión, diabetes y depresión. Se destaca
que "los problemas en los órganos vitales son cada
vez más evidentes debido al maltrato que sufren"
(8). La movilidad se ve severamente reducida
porque el exceso de peso impide realizar cualquier
tipo de actividad física. A este nivel ya aparecen
complicaciones severas que agravan las patologías
existentes debido a las afectaciones en diferentes
órganos corporales; incluso las actividades
cotidianas pueden volverse imposibles debido a
estas incapacidades (14,15).
4.2.1. Factores riesgo
La obesidad aumenta el riesgo de padecer
enfermedades crónicas, tales como enfermedades
cardiovasculares, diabetes tipo II, hipertensión
arterial, afecciones del hígado y trastornos
ginecológicos. Además, está asociada al síndrome
gastadas. Diversos factores contribuyen a esta
condición, incluyendo los estilos de vida, los
hábitos alimenticios, los problemas psicológicos
y los factores genéticos. Existe una tendencia
global hacia una mayor ingesta de alimentos
ricos en grasas, sal y azúcares, pero deficientes en
vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales.
Además, el estilo de vida sedentario, impulsado
por la automatización de las tareas laborales, los
medios modernos de transporte y la vida urbana,
ha conducido a una disminución de la actividad
física, lo que agrava el desarrollo de la obesidad
(7).
Aunque solo un pequeño porcentaje de personas
obesas presenta causas endocrinológicas, como
el hipotiroidismo o el síndrome de cushing, se ha
observado que el exceso de grasa puede alterar
la regulación, metabolización y secreción de
diversas hormonas, lo que agrava esta condición.
La obesidad es una enfermedad multifactorial que
se manifiesta en una amplia gama de fenotipos (8).
4.2. Clasificación y Complicaciones
La nueva definición, basada en evidencia,
distingue entre la “obesidad clínica”, un estado
de enfermedad crónica y sistémica causado
directamente por el exceso de adiposidad, y la
“obesidad preclínica”, una condición de exceso
de adiposidad sin disfunción orgánica actual ni
limitaciones en las actividades diarias, pero con un
mayor riesgo de salud futuro dadas las limitaciones
del IMC, la Comisión utiliza otras mediciones del
tamaño corporal (circunferencia de la cintura,
relación cintura-cadera o relación cintura-altura),
además del IMC, para definir el estado de obesidad
(22).
De acuerdo a la OMS, se contempla a las personas
como obesas cuando el IMC es igual o superior a
30 kg/m². De tal forma, la clasificación se divide
en grado I, grado II, grado III y grado IV, conforme
el nivel de obesidad (Tabla 1) (1,9).
Algunas de las complicaciones más comunes de
la obesidad incluyen síndromes metabólicos,
enfermedades pulmonares, cardíacas y articulares.
Se especifica ciertas características en relación con
cada grado:
Grado l. Se considera obesidad de bajo riesgo
o de primer grado cuando el índice de masa
corporal (IMC) se encuentra en un rango entre
30 y 34.9. En estas circunstancias, hay una
notable elevación del riesgo de desarrollar
enfermedades en comparación con casos de
sobrepeso, especialmente en individuos bajos
(10). Esto se debe a un desequilibrio energético
que puede resultar en la acumulación de grasa
corporal debido a cambios en el estilo de vida,
hábitos alimentarios y disminución de la actividad
física. Como resultado, los órganos comienzan a
presentar problemas graves y hay una falta de
control sobre la alimentación, lo que ralentiza el
metabolismo. En este sentido, se podría decir que
la comida pasa a ser el centro controlador en la
vida del individuo obeso.
Grado ll. Tener mucha grasa corporal aumenta
el riesgo de sufrir enfermedades y problemas
de salud. La comida domina la vida, limitando
los movimientos debido al peso extra. El cuerpo
ya no puede quemar las calorías adicionales
porque hay poco movimiento físico. Esto provoca
las enfermedades cardiacas (11). Además,
una disminución en la actividad física y malos
hábitos alimenticios junto con estar inicialmente
obeso hacen que el organismo acumule más
grasa en diferentes partes del cuerpo. Por lo
tanto, "hay aún más posibilidades de desarrollar
trastornos cardiovasculares metabólicos o
musculoesqueléticos comparados a aquellos con
grado I de obesidad" (12,13).
Grado III. En este grado de obesidad es el
más peligroso para la salud de quienes lo
padecen y puede conducir a trastornos como
los mencionados anteriormente. Por tanto, es
necesario implementar cambios en la dieta y
aumentar la actividad física. En estos casos, el
índice de masa corporal (IMC) se sitúa entre
40 y 49.9, lo que indica una alta probabilidad
de desarrollar enfermedades clínicas como
hipertensión, diabetes y depresión. Se destaca
que "los problemas en los órganos vitales son cada
vez más evidentes debido al maltrato que sufren"
(8). La movilidad se ve severamente reducida
porque el exceso de peso impide realizar cualquier
tipo de actividad física. A este nivel ya aparecen
complicaciones severas que agravan las patologías
existentes debido a las afectaciones en diferentes
órganos corporales; incluso las actividades
cotidianas pueden volverse imposibles debido a
estas incapacidades (14,15).
4.2.1. Factores riesgo
La obesidad aumenta el riesgo de padecer
enfermedades crónicas, tales como enfermedades
cardiovasculares, diabetes tipo II, hipertensión
arterial, afecciones del hígado y trastornos
ginecológicos. Además, está asociada al síndrome
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LA OBESIDAD: UN GRAVE PELIGRO PARA LA
SALUD, REVISIÓN BIBLIOGRÁFICAVol. 16 Número 1 2025
metabólico y ciertos tipos de cáncer. Entre otros
problemas, según Rivera (7), menciona:
Problemas psicológicos: La obesidad puede
provocar un impacto negativo en la salud mental,
aumentando el riesgo de desarrollar depresión,
ansiedad, baja autoestima y trastornos alimenticios.
Complicaciones físicas: El exceso de peso puede
dificultar la movilidad y elevar el riesgo de lesiones
articulares, problemas respiratorios, apnea del
sueño y otros trastornos del sueño.
Efectos sociales y emocionales: La obesidad puede
desencadenar la discriminación y el estigma social,
disminuyendo la calidad de vida y perturbando las
relaciones interpersonales.
Resulta crucial reconocer que estos factores
pueden variar en cada individuo ya que las
consecuencias serán específicas en cada persona
al ser una condición multifactorial. Asimismo,
puede afectar la salud mental al incrementar el
peligro de desarrollar depresión, baja autoestima,
ansiedad, y trastornos alimenticios.
4.3. El Papel de la Alimentación Balanceada
El tratamiento de la obesidad implica una
alimentación balanceada que cumpla con una
doble función: prevenir y tratar la enfermedad.
Es esencial consumir alimentos que contengan
las cantidades adecuadas de macronutrientes y
micronutrientes, adaptados a la edad y el nivel
de actividad física de cada individuo. Una dieta
equilibrada y saludable no solo ayuda a controlar
el peso, sino que también contribuye a prevenir
enfermedades relacionadas con la obesidad, como
la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
La alimentación balanceada desempeña un papel
crucial en la prevención y control de la obesidad,
además de fomentar un estilo de vida saludable.
En este artículo, se analizará detenidamente el
importante papel que tiene una dieta equilibrada
en la lucha contra la obesidad (16,17).
Una alimentación equilibrada consiste en consumir
una variedad de alimentos que proporcionen
los nutrientes necesarios para el correcto
funcionamiento del cuerpo, al mismo tiempo
que se controla la cantidad de calorías ingeridas.
Es importante entender que tener una dieta
balanceada no solo implica evitar alimentos ricos
en grasas y azúcares, sino también asegurarse de
incluir todos los grupos alimenticios como frutas,
verduras, cereales integrales, proteínas magras y
lácteos bajos en grasa (18,19).
Adoptar una dieta equilibrada tiene múltiples
ventajas para prevenir y controlar la obesidad. En
primer lugar, ayuda a mantener un peso saludable
al proporcionar los nutrientes necesarios sin
excederse en calorías (20,21).
Además de esto, seguir una alimentación balanceada
mejora el metabolismo, disminuyendo el riesgo de
enfermedades crónicas relacionadas con la obesidad
como diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares;
también fortalece el sistema inmunológico (22).
Es necesario destacar que la educación nutricional
desempeña un rol crucial al fomentar el
equilibrio saludable en la alimentación. Resulta
imprescindible ofertar a las personas información
clara, concisa y accesible acerca de la importancia
de seguir una dieta balanceada, a su vez, orientarlos
sobre cómo preparar comidas saludables y tomar
decisiones conscientes al momento de elegir los
alimentos que van a consumir (23).
La obesidad es una enfermedad prevenible, y
es crucial implementar estrategias eficientes y
efectivas que sensibilicen a la población sobre los
riesgos de esta enfermedad (24). La promoción de
estilos de vida saludables, la educación nutricional
y la promoción de la actividad física son algunas
de las medidas que pueden contribuir a prevenir
la obesidad (25,26). Además, es fundamental
abordar los factores sociales y ambientales que
influyen en la obesidad, como la disponibilidad de
alimentos saludables y la publicidad de alimentos
no saludables (27).
Los trastornos nutricionales por exceso constituyen
factores de riesgo para múltiples enfermedades
crónicas. Su conocimiento puede ser utilizado
como predictor de aparición o de complicaciones
de estas (28). Existe relación directa entre
hipertensión arterial (HTA), diabetes mellitus (DM),
sobrepeso y la obesidad con factores comunes
entre ellos. Destacan la inactividad física, los malos
hábitos nutricionales y la conducta alimentaria
inadecuada; por lo que incidir en estos factores
constituye una herramienta viable para minimizar
el riesgo de aparición de sobrepeso y obesidad
y de esta forma de enfermedades crónicas no
transmisibles como la HTA y la DM (29).
4.4. Relación con el embarazo
Los controles perinatales constituyen
procedimientos y actividades dirigidos a las
LA OBESIDAD: UN GRAVE PELIGRO PARA LA
SALUD, REVISIÓN BIBLIOGRÁFICAVol. 16 Número 1 2025
metabólico y ciertos tipos de cáncer. Entre otros
problemas, según Rivera (7), menciona:
Problemas psicológicos: La obesidad puede
provocar un impacto negativo en la salud mental,
aumentando el riesgo de desarrollar depresión,
ansiedad, baja autoestima y trastornos alimenticios.
Complicaciones físicas: El exceso de peso puede
dificultar la movilidad y elevar el riesgo de lesiones
articulares, problemas respiratorios, apnea del
sueño y otros trastornos del sueño.
Efectos sociales y emocionales: La obesidad puede
desencadenar la discriminación y el estigma social,
disminuyendo la calidad de vida y perturbando las
relaciones interpersonales.
Resulta crucial reconocer que estos factores
pueden variar en cada individuo ya que las
consecuencias serán específicas en cada persona
al ser una condición multifactorial. Asimismo,
puede afectar la salud mental al incrementar el
peligro de desarrollar depresión, baja autoestima,
ansiedad, y trastornos alimenticios.
4.3. El Papel de la Alimentación Balanceada
El tratamiento de la obesidad implica una
alimentación balanceada que cumpla con una
doble función: prevenir y tratar la enfermedad.
Es esencial consumir alimentos que contengan
las cantidades adecuadas de macronutrientes y
micronutrientes, adaptados a la edad y el nivel
de actividad física de cada individuo. Una dieta
equilibrada y saludable no solo ayuda a controlar
el peso, sino que también contribuye a prevenir
enfermedades relacionadas con la obesidad, como
la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
La alimentación balanceada desempeña un papel
crucial en la prevención y control de la obesidad,
además de fomentar un estilo de vida saludable.
En este artículo, se analizará detenidamente el
importante papel que tiene una dieta equilibrada
en la lucha contra la obesidad (16,17).
Una alimentación equilibrada consiste en consumir
una variedad de alimentos que proporcionen
los nutrientes necesarios para el correcto
funcionamiento del cuerpo, al mismo tiempo
que se controla la cantidad de calorías ingeridas.
Es importante entender que tener una dieta
balanceada no solo implica evitar alimentos ricos
en grasas y azúcares, sino también asegurarse de
incluir todos los grupos alimenticios como frutas,
verduras, cereales integrales, proteínas magras y
lácteos bajos en grasa (18,19).
Adoptar una dieta equilibrada tiene múltiples
ventajas para prevenir y controlar la obesidad. En
primer lugar, ayuda a mantener un peso saludable
al proporcionar los nutrientes necesarios sin
excederse en calorías (20,21).
Además de esto, seguir una alimentación balanceada
mejora el metabolismo, disminuyendo el riesgo de
enfermedades crónicas relacionadas con la obesidad
como diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares;
también fortalece el sistema inmunológico (22).
Es necesario destacar que la educación nutricional
desempeña un rol crucial al fomentar el
equilibrio saludable en la alimentación. Resulta
imprescindible ofertar a las personas información
clara, concisa y accesible acerca de la importancia
de seguir una dieta balanceada, a su vez, orientarlos
sobre cómo preparar comidas saludables y tomar
decisiones conscientes al momento de elegir los
alimentos que van a consumir (23).
La obesidad es una enfermedad prevenible, y
es crucial implementar estrategias eficientes y
efectivas que sensibilicen a la población sobre los
riesgos de esta enfermedad (24). La promoción de
estilos de vida saludables, la educación nutricional
y la promoción de la actividad física son algunas
de las medidas que pueden contribuir a prevenir
la obesidad (25,26). Además, es fundamental
abordar los factores sociales y ambientales que
influyen en la obesidad, como la disponibilidad de
alimentos saludables y la publicidad de alimentos
no saludables (27).
Los trastornos nutricionales por exceso constituyen
factores de riesgo para múltiples enfermedades
crónicas. Su conocimiento puede ser utilizado
como predictor de aparición o de complicaciones
de estas (28). Existe relación directa entre
hipertensión arterial (HTA), diabetes mellitus (DM),
sobrepeso y la obesidad con factores comunes
entre ellos. Destacan la inactividad física, los malos
hábitos nutricionales y la conducta alimentaria
inadecuada; por lo que incidir en estos factores
constituye una herramienta viable para minimizar
el riesgo de aparición de sobrepeso y obesidad
y de esta forma de enfermedades crónicas no
transmisibles como la HTA y la DM (29).
4.4. Relación con el embarazo
Los controles perinatales constituyen
procedimientos y actividades dirigidos a las
106Samantha Stefania Paz Cevallos, et al.Vol. 16 Número 1 2025
mujeres en estado de gestación, ofrecidos por el
personal de salud con el objetivo de identificar
factores de riesgo y enfermedades que puedan
afectar el curso normal del embarazo y la salud del
neonato. Estos controles contienen componentes
de promoción, prevención, recuperación y
rehabilitación de la salud materna y neonatal,
considerando enfoques interculturales, de género
y generacionales. Para evitar complicaciones, el
personal de salud evalúa durante los controles
prenatales las posibles situaciones que puedan
surgir y toma las medidas necesarias para estar
preparados en el momento del parto (30).
La obesidad es una de las principales problemáticas
de salud pública a nivel mundial, pues afecta
a personas de todas las edades y géneros. Su
alta prevalencia se da como consecuencia de la
mala alimentación y sedentarismo que el mundo
entero ha adoptado en los últimos tiempos,
es así como incluso la Organización Mundial
de la Salud ha declarado a la obesidad como
una epidemia global. Esto ha conducido a los
gobiernos a adoptar medidas preventivas para
reducir la alta tasa de incidencia y prevalencia de
la obesidad, mediante la promoción de un estilo
de vida saludable que consiste en la realización
de actividad física y alimentación saludable. Todo
esto contribuirá no solo a la prevención de la
obesidad, sino que también reducirá el riesgo de
aparición de enfermedades no transmisibles como
lo es la diabetes e hipertensión arterial. Por otro
lado, se debe recalcar la importancia que tiene
el estado y el sistema de salud de cada país en
el combate en contra de la obesidad, pues si sus
medidas son correctas no solo se mantendrá en
óptimas condiciones la salud de la población, sino
que también se reducirá el costo que representa el
tratamiento de las enfermedades ya mencionadas.
5. Conclusiones
Queremos expresar nuestro más profundo
agradecimiento a todas las personas que hicieron
posible la realización de este trabajo. En primer
lugar, agradecemos a Dios, cuya guía y fortaleza
nos acompañaron durante todo este proceso.
Su sabiduría y apoyo nos dieron la inspiración
y perseverancia necesarias para superar cada
desafío.
Extendemos nuestra gratitud a nuestras familias,
quienes, con su apoyo incondicional, nos alentaron
6. Agradecimientos
en cada etapa. También agradecemos a nuestros
mentores y colegas, cuyas valiosas orientaciones
y aportes enriquecieron este proyecto.
1. OMS. Obesidad y sobrepeso [Internet]. Who.int.
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obesidad como factor de riesgo. Alimentación
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er-tu-grado-deobesidad/
10. Referencias Bibliográficas
mujeres en estado de gestación, ofrecidos por el
personal de salud con el objetivo de identificar
factores de riesgo y enfermedades que puedan
afectar el curso normal del embarazo y la salud del
neonato. Estos controles contienen componentes
de promoción, prevención, recuperación y
rehabilitación de la salud materna y neonatal,
considerando enfoques interculturales, de género
y generacionales. Para evitar complicaciones, el
personal de salud evalúa durante los controles
prenatales las posibles situaciones que puedan
surgir y toma las medidas necesarias para estar
preparados en el momento del parto (30).
La obesidad es una de las principales problemáticas
de salud pública a nivel mundial, pues afecta
a personas de todas las edades y géneros. Su
alta prevalencia se da como consecuencia de la
mala alimentación y sedentarismo que el mundo
entero ha adoptado en los últimos tiempos,
es así como incluso la Organización Mundial
de la Salud ha declarado a la obesidad como
una epidemia global. Esto ha conducido a los
gobiernos a adoptar medidas preventivas para
reducir la alta tasa de incidencia y prevalencia de
la obesidad, mediante la promoción de un estilo
de vida saludable que consiste en la realización
de actividad física y alimentación saludable. Todo
esto contribuirá no solo a la prevención de la
obesidad, sino que también reducirá el riesgo de
aparición de enfermedades no transmisibles como
lo es la diabetes e hipertensión arterial. Por otro
lado, se debe recalcar la importancia que tiene
el estado y el sistema de salud de cada país en
el combate en contra de la obesidad, pues si sus
medidas son correctas no solo se mantendrá en
óptimas condiciones la salud de la población, sino
que también se reducirá el costo que representa el
tratamiento de las enfermedades ya mencionadas.
5. Conclusiones
Queremos expresar nuestro más profundo
agradecimiento a todas las personas que hicieron
posible la realización de este trabajo. En primer
lugar, agradecemos a Dios, cuya guía y fortaleza
nos acompañaron durante todo este proceso.
Su sabiduría y apoyo nos dieron la inspiración
y perseverancia necesarias para superar cada
desafío.
Extendemos nuestra gratitud a nuestras familias,
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en cada etapa. También agradecemos a nuestros
mentores y colegas, cuyas valiosas orientaciones
y aportes enriquecieron este proyecto.
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